Para cuidar la integridad de la madre y el bebé se vigila que las embarazadas alcancen las siete consultas prenatales conforme a la norma para la atención del embarazo, parto y puerperio.
Asimismo en las unidades de medicina familiar existe una escala calculada conforme a factores de embarazo de alto riesgo para referencia a segundo nivel de atención en caso de ser necesario.
El doctor Miranda García destacó que las pacientes con embarazo de alto riesgo cuentan con consulta de forma pertinente por el médico especialista en obstetricia mientras que quienes presentan enfermedad crónica se vigila que cuenten con un método de planificación definitivo para evitar un embarazo que agrave o conlleve al deterioro de su salud.