Al impartir la conferencia en línea "Mitos y realidades sobre la Covid-19 desde la primera línea" en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), la ponente señaló que estudios científicos han demostrado que no existen beneficios del dióxido de cloro contra el virus del SARS-CoV-2, pero tampoco de fármacos como el antibiótico azitromicina, la ciclosporina, el factor de transferencia, la hidroxicloroquina, ni los antivirales lopinavir y oseltamivir.
Arellano Bárcenas, quien se desempeña en la primera línea de terapia intensiva en el INER, sostuvo que en el caso del antiparasitario de amplio espectro ivermectina, el cual se sigue prescribiendo sin sustento médico, pues sólo está basado en un estudio de laboratorio, puede generar daño hepático fulminante si se receta en grandes dosis, por lo que aseguró que el tratamiento contra la Covid-19 debe atravesar por un proceso de rigurosidad científica.
En cambió, reconoció que el antiviral remdesivir ha sido utilizado de manera exitosa contra el SARS-CoV-2, pero bajo ciertas condiciones que sólo algunos candidatos pueden recibirlo, como el hecho de que sean atendidos en la primera fase de la enfermedad, es decir, los primeros siete días.
En cuanto a la vulnerabilidad de niños y jóvenes al virus SARS-CoV-2 lamentó que los contagios ocurren a ese grupo de edades en gran medida debido al padecimiento de alguna comorbilidad, problemas respiratorios como el asma y sobre todo por obesidad.
Arellano Bárcenas refirió que el 80 por ciento de pacientes contagiados de Covid-19 en el mundo son casos ambulatorios, es decir, asintomáticos o con cuadros leves y que no necesitan antibióticos. Exhortó a mantener las medidas sanitarias como el uso de cubrebocas, el distanciamiento social, evitar lugares cerrados y cumplir con el esquema completo de vacunación para que en caso de contagio se impidan complicaciones o la muerte.