Modelo de comunicación Político-Electoral, diseñado para cuidarse, no para estimular al elector

Ricardo Joya

Modelo de comunicación Político-Electoral, diseñado para cuidarse, no para estimular al elector

Si queremos, realmente, promover una cultura ciudadana más informada para que ejerza su derecho al voto con elementos racionales y no solo emocionales, es necesario revisar el modelo de comunicación político electoral que incluye, entre otros aspectos, la asignación de tiempos oficiales, el uso de spots, las intervenciones en medios periodísticos y de opinión, así como lo que ahora denominan “debates”.


El pasado 18 de mayo se realizó el segundo debate entre las candidatas: Alejandra del Moral Vela (PAN-PRI-PRD-NA) y Delfina Gómez Álvarez (morena, PT y PVEM). Realmente no fue debate, sino una presentación de propuestas, porque así fue calculado: sin riesgos para ambas candidatas. Ello provocó que la expectativa (de algunos) de “ver sangre” y golpes -como si se tratara de una pelea de box o de lucha libre- no se cumpliera.


Definido por acuerdos del Comité Especial para la Organización de Debates del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), se planeó para que no hubiera debate. Ante la hipersensibilidad de los partidos políticos, se prefiere un modelo breve, muy generalizante -y por ello superficial-, para abordar temas de alta complejidad (Seguridad y Justicia, Economía y Empleo, Educación, Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable) en apenas cinco minutos por tema para cada candidata.


Un “debate” con posibilidad real y efectiva de replicas y contrarreplicas entre ellas, llevaría mucho más tiempo y abriría el riesgo de ser cuestionadas frontalmente, aunque daría la oportunidad de conocer mejor su visión de los problemas y explicar mejor las alternativas de solución. 


En el debate anterior se acusó que la moderadora se había visto parcial y como una oponente más en contra de Delfina Gómez Álvarez. Incluso, se lanzó una iniciativa en el Congreso federal para sancionar a quienes moderen los debates y sean parciales (así de hipersensibles andan).


Por ello, de manera muy inteligente, la nueva moderadora, comunicóloga y periodista, Ginarely Valencia Alcántara -orgullosamente formada en la Universidad Autónoma del Estado de México- evitó el protagonismo y entendiendo las limitaciones del diseño establecido por los partidos políticos y el IEEM, retomó las preguntas planteadas por la ciudadanía y con un manejo equilibrado e imparcial, permitió que cada candidata expusiera sus argumentos en las mismas condiciones, de manera que el contraste en su desempeño fue natural.


Hubo dos o tres momentos interesantes y cada candidata jugó su estrategia. A pesar de las limitadas condiciones es posible apreciar las diferencias entre una y otra. Si así hubiera sido el primer debate, quizá las preferencias se habrían movido notoriamente. Si usted no tuvo oportunidad de verlo en vivo (porque prefirió ver la semifinal del futbol mexicano. Otro “detalle” que no corrigió el Comité) dese una vuelta al sitio del IEEM https://www.youtube.com/watch?v=cATi8ltog44 y tome su decisión.


 


PERCEPCIÓN


Lo que sí es un hecho es que ni los partidos políticos ni las autoridades electorales (que cada vez son menos ciudadanas) tienen interés real de promover una mayor cultura democrática e incentivar la participación política ciudadana. El modelo así está diseñado.


Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.


Presidente del Consejo Ciudadano del Sistema Mexiquense de Medios Públicos. Twitter: @RJoyaC