Da miedo pensar en el cogobierno AMLO-Ejército

Javier Martinez

Da miedo pensar en el cogobierno AMLO-Ejército

**Aborto: Lucha ideológica sin análisis de fondo**

No sé cuántas personas en La Mayoría Silenciosa se ponen nerviosas o les da miedo cada que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, le da más poder al Ejército, está última vez fue el control de las aduanas, pero ya tiene facultades en seguridad pública, construcción de obras y apoyo a programas sociales, entre otras.

Los gobiernos anteriores acostumbraban dar mayores ingresos o más personal a la milicia para "llevar la fiesta en paz"; fue en el gobierno de Felipe Calderón que las tareas de seguridad les fueron encomendadas al considerar que la corrupción de las fuerzas policíacas no le permitían tener buenos resultados en su lucha contra el narcotráfico.

Pero tal parece que López Obrador más que poner en "bandeja de plata" el poder a los militares, temía un golpe de estado, sabedor de que sus acciones de gobierno iban a irritar a muchos en el país. Incluso me atrevo a pensar que lleva a cabo con ellos un cogobierno y así puede seguir con su forma de gobierno.

No sería descabellado pensar que con un Congreso a modo y su manera de hacer las cosas, el Ejército fuera el único que pudiera frenar su actuar, ante esta situación mejor tener a los militares como aliados que en su contra.

Por esta razón el Presidente los consiente mucho, les otorga obras en las cuales seguro muchos mandos militares ganarán millones de pesos, les otorga el control de las aduanas y son su brazo derecho en la distribución de los programas sociales.

Desafortunadamente, la principal función en la que necesitamos a los militares, o sea, brindar seguridad y tranquilidad al país, no está funcionando, el baño de sangre de los últimos dos presidentes fue superado por la administración de López Obrador. La Mayoría Silenciosa sigue viviendo con miedo en un país donde las familias tienen mucho para crecer, pero pierden todo en cualquier momento.

Sin desestimar de dónde venimos, me atrevo a decir que, así como era inútil mantener en el poder al PRI en el año 2000 y 2018; seguir con el baño de sangre del PAN en el 2012, es necesario generar contrapesos a través del Congreso de la Unión y los Congresos locales en el 2021. Mejor que sean políticos y no militares los contrapesos.

En México

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), desechó despenalizar al aborto en Veracruz, quien especifica en su legislación los casos en donde se puede aplicar el aborto, entre ellos la violación, aspecto que muchos estados tienen en sus leyes. De esta manera la Ciudad de México sigue como el único lugar en donde las mujeres pueden acceder al aborto de una manera libre y consciente.

La lucha de las mujeres, más allá de la opinión de los hombres, es muy certera, ellas tienen que decidir sobre su cuerpo y ver la capacidad para traer a este mundo a un ser que cada vez requiere de mayores necesidades para salir adelante

En esta lucha por su derecho a decidir existen varios sectores que opinan de acuerdo a sus criterios e ideologías para frenar la práctica del aborto, no hay un estudio científico o un análisis de fondo por el cual La Mayoría Silenciosa pueda tomar partido, para decidir qué es lo mejor para la sociedad. La iglesia en su cerrazón ha frenado en varios estados la legislación en la materia, sus argumentos son obsoletos y sin apego a la realidad. El Partido Acción Nacional fiel a su ideología se opone a darle a la mujer el poder de decisión, su visión es machista y apegada a la visión de la iglesia. El Estado tiene miedo a la iglesia, aduce que hay programas de educación sexual, mismos que son insuficientes y no llegan a todos los rincones del país, mientras el crecimiento poblacional sigue aumentando.

Nadie toma en cuenta cuánto dinero cuesta tener un hijo, mantenerlo y darle lo necesario hasta llevarlo a la edad adulta, la educación y su manutención no es gratuita; cuántos pobres tiene México; la desigualdad en la que llegan al mundo; la mortandad existente en mujeres que se practican un aborto ilegal, los recursos económicos que necesita el Estado para practicarlo; las razones por la que una persona llega al punto de abortar. Opiniones habrá muchas, pero la más certera es que somos un país conservador que todavía no está listo para afrontar temas como el aborto, la eutanasia y el matrimonio entre personas del mismo sexo.