Análisis del trabajo de Alfredo del Mazo: un teatro

Javier Martinez

Análisis del trabajo de Alfredo del Mazo: un teatro

**Se agota el PT, cuadros abandonan sus filas**

**PAN de lleno en la pelea por Contraloría Legislativa**

**En la UAEMéx denuncian beneficios de Jaciel Montoya a su hija**

Con base al Artículo 46 del Reglamento del Poder Legislativo del Estado de México, la glosa del informe deberá celebrarse en un plazo no menor a diez ni mayor a veinte días posteriores a la recepción del informe presentado por el gobernador del estado, la misma asamblea analizará el contenido del mismo. En el papel así se plasma lo que debería ser una revisión exhaustiva de los resultados que entrega Alfredo del Mazo a La Mayoría Silenciosa durante el último año de gestión.

En los hechos se ha convertido en un teatro donde los actores, fingen dar respuesta a los cuestionamientos de sus interlocutores, unos se enojan, otros fingen sensibilidad ante los problemas de la sociedad, termina la obra y no hay repercusiones legales ni administrativas para quienes dejaron de hacer su trabajo, ni siquiera alcanzan los aplausos del público, sólo entre ellos se felicitan por sus buenas actuaciones.

Más a detalle, la glosa del informe en el Estado de México se ha convertido en una pasarela sin chiste, se presenta un secretario, ante las preguntas evade la realidad, justifica las cifras negativas en su entorno, muestra toda la disposición para trabajar de manera conjunta con el Poder Legislativo, culpa de los malos resultados al entorno nacional.

Por otro lado, las intervenciones de los diputados son variadas, hay quienes cuestionan con datos precisos, quienes ayudan a justificar y hay quienes ven como un ejercicio estéril la comparecencia de funcionarios y por eso deciden no participar en las mismas.

Al final, la gente del Ejecutivo sale victoriosa porque no hay repercusiones para su actuar, la evaluación sea buena o mala de los diputados no repercute en lo más mínimo en su trabajo, mientras tenga la confianza de su jefe, Alfredo del Mazo, es suficiente.

La Mayoría Silenciosa a quien se deben los funcionarios y los legisladores ni siquiera se entera de la evaluación, no hay seguimiento al trabajo gubernamental y mucho menos legislativo, la forma de evaluar es estéril, no hay forma de aceptar errores y menos de corregirlos.

Con esa forma de trabajo, será muy difícil que se avance en la consolidación de metas y evaluaciones. No hay manera de mejorar. Todo es político, no hay estructura profesional de evaluación; el Legislativo no la implementa y al Ejecutivo no le conviene, así de sencillo.

EN EL PARTIDO DEL TRABAJO

La desbandada que ha sufrido el Partido del Trabajo en los últimos meses ha sido tomada al interior de sus filas como una depuración natural de cara a las elecciones del 2021, la última de ellas se formalizó cuando Carlos Sánchez Sánchez se paso a MORENA y dejó las filas del PT. Anteriormente el diputado Javier González se pasó al PAN y otros más se fueron antes de la elección a MORENA.

Lo cierto es que en el PT no hay espacios para el crecimiento político, Oscar González Yáñez tiene bloqueados todos los accesos, nada se mueve en su partido sin su consentimiento, no entiende que su liderazgo se agotó y debe dar paso a una nueva camada de cuadros, él, si tiene talento debe colocarse en las ligas nacionales.

EN EL PAN

El Partido Acción Nacional en el Congreso del Estado de México que dirige Anuar Azar, esta a punto de anotarse un acierto, al meterse de lleno a la pelea por la Contraloría legislativa, que en estos momentos tiene un encargo temporal, fuentes allegadas a La Mayoría Silenciosa aseguran que cuenta con el respaldo de otras fracciones legislativas.

De darse este escenario, Armando Bautista, líder del Partido del Trabajo en la Cámara de Diputados, sufriría un revés más y quedaría en evidencia que le quedó grande el puesto de coordinador, lo cual lo pondría en la antesala de ser removido.

EN LA UAEMéx

Fuentes cercanas a La Mayoría Silenciosa, se quejan de la existencia de nepotismo por parte de Jaciel Montoya Arce, quien dirige el Centro de Investigación y Estudios avanzados de la Población de la UAEMéx, en donde la doctora, Merary Stephanie Montoya Ortiz, es "profesora-investigadora" de tiempo completo de dicho centro y durante seis años no ha dejado de cobrar un solo día.

Su padre, le autorizó estudiar el doctorado de tiempo completo en la Universidad Autónoma del estado de Hidalgo durante tres años, con pago de salario completo, además de la beca CONACYT, sin la autorización del Consejo Universitario de la autónoma mexiquense, como lo marca la normatividad universitaria. La doctora también ha disfrutado de un año en España en las mismas condiciones y tres meses en Estados Unidos.