Opiniones

La lucha laboral contra la tecnología

La lucha laboral contra la tecnología
Cada vez es más común escuchar que las máquinas reemplazan la labor que realizamos los humanos, lo que ha provocado importantes recortes de personal, por ejemplo, las sucursales bancarias han sustituido a los cajeros en ventanilla, por cajeros inteligentes; el armado de automóviles ha sido sustituido por robots; los trámites y servicios gubernamentales con más frecuencia se realizan en línea, como por ejemplo, nuestra declaración de impuestos que ya contiene nuestra contabilidad de manera electrónica, con lo que se reduce el ámbito de actuación de contadores; también sucede con los abogados, ya que a través de trámites en línea se elimina la necesidad de dictaminación, y que eventualmente pudiera llegar a desahogar incluso hasta decisiones judiciales, e inclusive en los medios de comunicación, con la creación de robots virtuales basados en inteligencia artificial que brindan noticias las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año.

Por su parte, los empleos que todavía se mantienen en la actualidad son cada vez más demandantes no solamente en preparación, sino en dedicación, como en el caso de México, en el que no es nada nuevo que somos de los países que más trabajamos en el mundo, más si nos sumamos a que el tiempo del traslado debería contar como parte de la jornada, que incluso con ello nos pueden absorber todo el día y una cultura laboral que lo permite, ya que es normal que en varios ámbitos se laboren horas extra como parte de "ponerse la camiseta". Así como atender requerimientos a deshoras, dada la posibilidad de comunicación a través de teléfono móvil, mensajería instantánea y correo electrónico.

Desde cierta perspectiva, pareciera que en la celebración del día del trabajo no hay mucho qué celebrar, ya que cabe recordar que el Día del Trabajo tuvo su origen en Chicago y otras ciudades estadunidenses el 1 de mayo de 1886, cuando aproximadamente 300 mil trabajadores comenzaron una huelga en busca de un trato más justo y de jornadas laborales de 8 horas, ya que en aquel entonces era normal trabajar más de 12 horas al día, analogía por la cual, estamos viendo los excesos en la explotación del ser humano, por lo que los derechos digitales aprobados en España, mucho tienen que ver con derechos laborales en el ámbito digital.

Sin embargo, no hay que perder de vista que la tecnología avanza tan rápido que nosotros debemos tratar de ir un paso más allá, por lo cual, de poco nos va a servir la reivindicación social del trabajo, si cada vez existen menos ámbitos en los cuáles las personas nos podemos desarrollar en la economía digital, que cada vez más adquiere un mayor campo de acción el que la sociedad de la información y el conocimiento cada vez más privilegia la creación de soluciones que requieren una mayor labor intelectual y creativa.

Por ello, temas como el derecho a la intimidad y uso de dispositivos en el ámbito laboral, de desconexión digital, videovigilancia y grabación en centros de trabajo, sistemas de geolocalización y registro en oficinas, constituyen la nueva reivindicación en esta etapa de transición entre los trabajos tradicionales y digitales, son puntos iniciales de la nueva reivindicación laboral frente a la economía colaborativa.

Así mismo, el lado positivo de esta nueva economía digital implica que si las máquinas cada vez pueden realizar las labores que realizábamos los humanos, los nuevos trabajos, podrán brindar mayores posibilidades de autorrealización personal para todas y todos en la sociedad.

Recordando que ayer fue día del niño y la niña, o de la generación z, t y Alpha, no sean tan duros con ellos con los videojuegos, ya que las habilidades digitales que se empiezan a requerir en la actualidad y en prospectiva de futuro, en gran medida son digitales, y posiblemente, lo que hoy es juego, el día de mañana puede ser su futuro trabajo.

Queremos escucharlos ¿qué otros retos identifican en la reivindicación de nuestros derechos laborales en el ámbito digital? Participen en las redes de nuestro amigo Óscar Glenn o con su servidor en twitter @luisricardosh.