a marcha realizada este miércoles por decenas de miles de estudiantes universitarios para exigir la erradicación de grupos porriles, culminó con un mitin en la explanada de la torre de Rectoría
La marcha realizada este miércoles por decenas de miles de estudiantes universitarios para exigir la erradicación de grupos porriles, culminó con un mitin en la explanada de la torre de Rectoría, en el cual privó la desorganización.
Una vez concluida la caminata que partió de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, los diversos contingentes de varios plantes de la UNAM y también de otras instituciones educativas, arribaron a las inmediaciones de Rectoría, pero la falta de un sistema de sonido para iniciar el mitin o dar a conocer algún posicionamiento, hizo que la movilización por momentos se llevará a cabo de forma muy desordenada.
Un grupo de estudiantes de CCH Azcapotzalco subió a una de las marquesinas del edificio de Rectoría, donde se ubica un mural de Siqueiros, y desde ahí empezó a dar un mensaje sobre la situación que se vive en su plantel, pero como sólo estaba utilizando un megáfono, el mensaje fue escuchado por pocas personas, y la gran mayoría de los asistentes a la marcha no lo pudo oír.
Mientras tanto, contingentes de diversas escuelas seguían arribando a las inmediaciones de Rectoría, en medio de Goyas y consignas, pero sin que pudiera concretarse en forma, un mitin.
Alrededor de las cuatro de la tarde, la atención se dispersó todavía más, debido a que un grupo de personas con el rostro cubierto, que se identificaron como anarquistas, decidió unilateralmente bloquear avenida Insurgentes en ambos sentidos.
Dicho acto generó confusión entre muchos participantes de la caminata, quienes lo interpretaron como un acto de provocación e incluso como una posible agresión por parte de grupos porriles.
Muchos de los estudiantes que se encontraban en el mitin se dirigieron a encarar al grupo que había cerrado la avenida y lo cuestionaron. Los presuntos anarquistas respondieron que la suya también era una acción de protesta, y aunque la tensión subió por momentos, finalmente no ocurrió ningún choque físico directo. Sin embargo, fue posible observar que diversas personas cargaban en su mochilas cadenas, cuchillos, palos y picanas que sacaron por un momento, pero que al final de cuenta volvieron a guardar entre sus pertenencias.
Poco a poco, los participantes en la marcha y el mitin fueron dispersándose y la movilización terminó sin que hubiera mayores incidentes.
Con información de La Jornada
Una vez concluida la caminata que partió de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, los diversos contingentes de varios plantes de la UNAM y también de otras instituciones educativas, arribaron a las inmediaciones de Rectoría, pero la falta de un sistema de sonido para iniciar el mitin o dar a conocer algún posicionamiento, hizo que la movilización por momentos se llevará a cabo de forma muy desordenada.
Un grupo de estudiantes de CCH Azcapotzalco subió a una de las marquesinas del edificio de Rectoría, donde se ubica un mural de Siqueiros, y desde ahí empezó a dar un mensaje sobre la situación que se vive en su plantel, pero como sólo estaba utilizando un megáfono, el mensaje fue escuchado por pocas personas, y la gran mayoría de los asistentes a la marcha no lo pudo oír.
Mientras tanto, contingentes de diversas escuelas seguían arribando a las inmediaciones de Rectoría, en medio de Goyas y consignas, pero sin que pudiera concretarse en forma, un mitin.
Alrededor de las cuatro de la tarde, la atención se dispersó todavía más, debido a que un grupo de personas con el rostro cubierto, que se identificaron como anarquistas, decidió unilateralmente bloquear avenida Insurgentes en ambos sentidos.
Dicho acto generó confusión entre muchos participantes de la caminata, quienes lo interpretaron como un acto de provocación e incluso como una posible agresión por parte de grupos porriles.
Muchos de los estudiantes que se encontraban en el mitin se dirigieron a encarar al grupo que había cerrado la avenida y lo cuestionaron. Los presuntos anarquistas respondieron que la suya también era una acción de protesta, y aunque la tensión subió por momentos, finalmente no ocurrió ningún choque físico directo. Sin embargo, fue posible observar que diversas personas cargaban en su mochilas cadenas, cuchillos, palos y picanas que sacaron por un momento, pero que al final de cuenta volvieron a guardar entre sus pertenencias.
Poco a poco, los participantes en la marcha y el mitin fueron dispersándose y la movilización terminó sin que hubiera mayores incidentes.
Con información de La Jornada
