Opiniones

¿Por qué no es una buena idea fijar el precio de los alimentos?

¿Por qué no es una buena idea fijar el precio de los alimentos?

Opinión Cynthia Valeriano

Recientemente, el presidente López Obrador sugirió en una de sus conferencias mañaneras la posibilidad de fijar el precio de los alimentos ante una inflación (que sólo en ese rubro, de acuerdo con cifras del INEGI, es de más de 14% anual) que no cede y que amenaza con mantenerse hasta el 2024, de acuerdo con el subgobernador del Banco de México Gerardo Esquivel.


Lo cierto, es que la política de control de precios no sólo no es la mejor en términos de costos para el gobierno, sino que tiene un efecto duradero al eliminar del mercado a un significativo numero de oferentes, que pueden generar un estado de escasez que distorsiona por completo las estructuras existentes.


¿Por qué sucedería tal cosa?, fundamentalmente porque la producción de cualquier bien o servicio conlleva no sólo un determinado costo de producción, cuyos componentes escapan por completo de la injerencia del gobierno, también va de la mano con una expectativa de ganancia, es decir, ¿cuál sería la razón para emprender o volcarse en la producción de distintos bienes si no se espera que la ganancia compense ampliamente el riesgo y el costo de su desarrollo?


Al establecer un mecanismo de control de precios, aquellos productores (oferentes) que no alcancen a cubrir sus costos o disminuyan significativamente su margen de ganancia, no tendría incentivos para mantener o incrementar la producción, lo cuál implicaría que, a pesar de tener precios fijos, no habría suficiente producción para satisfacer todas las necesidades de los consumidores.


Mucho se ha hablado sobre las causas de la inflación que subsiste en México y distintos países en el mundo, y que esta asociada con cadenas de proveeduría fracturadas a partir del confinamiento global que provocó que millones de empresas en el mundo desaparecieran, las materias primas se han vuelto escasas, la población sigue creciendo y por ende la demanda de productos también, pero la oferta no puede seguirle el paso, lo anterior, se agravó aún más con el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania que después de un mes de sanciones y bajas, a impactado a los mercados internacionales de alimentos (granos, fertilizante, etc.), es decir, el problema no es necesariamente la ambición de los productores por ganar más, sino el entorno de producción que ha elevado su costo por causas internas y externas.


No todo está perdido en esta discusión, en realidad el gobierno tiene distintas formas de incidir en el precio de los bienes, incluidos los alimentos, en beneficio de las familias más vulnerables en nuestro país, sin necesidad de establecer un control rígido de los mismos, por ejemplo, subsidiando el precio (que no es para nada aconsejable dado el déficit público existente), incorporando mecanismos de administración de riesgos, principalmente coberturas ante incrementos de precios de materias primas, disminuyendo la carga fiscal a las empresas agropecuarias o bien, en un largo plazo implementando programas de apoyo real al campo a través del financiamiento de infraestructura, asistencia técnica a las regiones de producción, apoyos directos a la producción, creación de mercado para desarrollar agricultura por contrato o inteligencia de mercados para determinar una vocación productiva rentable.


El sueño de la autosuficiencia alimentaria en las condiciones que nos impone la realidad, no es más que eso, un sueño, valdría más poner los pies en la tierra y utilizar eficientemente los recursos públicos, a fin de apoyar la producción agropecuaria en nuestro país, dignificar el papel del campo mexicano que es uno de los grandes productores de alimentos a nivel mundial, entender que hay un mañana que nos impone desafíos mayúsculos con el avance del cambio climático y que aquello que no podamos hacer ahora, comprometerá de forma significativa el futuro alimentario de nuestro país.


Cynthia Valeriano.
Profesora de Economía del Tec de Monterrey, Campus Toluca
cvaleriano@tec.mx