Es realmente difícil abrir la llave de agua y ver que no cae una sola gota. El tener que subsistir con menos de 10 litros al día para la higiene personal, cocinar, limpiar la casa es angustiante para un gran porcentaje de la población en el mundo. Desafortunadamente este escenario apocalíptico es una realidad que se vive en varias ciudades de nuestro país y alrededor del mundo.
En muchas partes vemos que el cambio climático afecta a los patrones de lluvia habituales de la misma manera que sucede en México, Centroamérica y en la parte Occidental de Sudáfrica. Este fenómeno puede motivar diversas alteraciones climáticas que no sólo provocan graves sequías, además provocan tendencias de crecimiento de la población y su respectiva concentración en áreas urbanas con mayor pobreza.
México no es la excepción ante esta difícil situación, ya que esta anomalía climática ocurre principalmente en las zonas rurales y en las tres ciudades más pobladas del país; Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara. Atender el tema del clima es de interés nacional y desafortunadamente no ha sido tomado con seriedad.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) es el órgano administrativo que monitorea una sequía que impacta en todo el país y ha clasificado los niveles de escasez de agua en moderada para la Ciudad de México con riesgo alto de incendios y pozos de agua con niveles bajos; mientras que Monterrey y Guadalajara los señala con una sequía severa con alto riesgo de incendios y escasez de agua. Esta situación ha provocado que las administraciones de dichas entidades impongan restricciones al uso del agua.
La demanda del agua ha sido una lucha que inició en el siglo XX. La Ciudad de México y Monterrey buscaron fuentes externas, distintas a la subterránea, para hacerse de agua. La capital lo hizo primero con el Sistema Lerma en 1951 y luego, con el Sistema Cutzamala en la década de los ochenta. En la década de los cincuenta, Monterrey inició la forma de obtener más agua a través de la presa La Boca. Después, a finales de los ochenta, se hizo una segunda presa, Cerro Prieto, y en 1994 se inauguró El Cuchillo. En Jalisco, se obtiene 35% del agua de fuentes subterráneas y actualmente los acuíferos están sobreexplotados.
Además, en las tres principales ciudades del país se tiene un sistema que refleja un abandono que está compuesto por una red de alcantarillado viejo e ineficiente lleno de fugas que provoca el desperdicio de un elemento de tan importante para nuestra vida.
El problema del agua es problema que nos incumbe a todos y es necesario adoptar una cultura de cuidado del agua responsable en la ciudadanía y exigirle al gobierno mayor atención a las fugas y el mal uso del agua. Al final este problema nos recuerda que la ciudad es un sistema cuyos componentes están conectados y que todos podemos ser parte de la solución o problema que nos afectan en la forma como vivimos.
Dr. Arturo Argente Villarreal.
Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno
Tec de Monterrey
Campus Toluca.
En muchas partes vemos que el cambio climático afecta a los patrones de lluvia habituales de la misma manera que sucede en México, Centroamérica y en la parte Occidental de Sudáfrica. Este fenómeno puede motivar diversas alteraciones climáticas que no sólo provocan graves sequías, además provocan tendencias de crecimiento de la población y su respectiva concentración en áreas urbanas con mayor pobreza.
México no es la excepción ante esta difícil situación, ya que esta anomalía climática ocurre principalmente en las zonas rurales y en las tres ciudades más pobladas del país; Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara. Atender el tema del clima es de interés nacional y desafortunadamente no ha sido tomado con seriedad.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) es el órgano administrativo que monitorea una sequía que impacta en todo el país y ha clasificado los niveles de escasez de agua en moderada para la Ciudad de México con riesgo alto de incendios y pozos de agua con niveles bajos; mientras que Monterrey y Guadalajara los señala con una sequía severa con alto riesgo de incendios y escasez de agua. Esta situación ha provocado que las administraciones de dichas entidades impongan restricciones al uso del agua.
La demanda del agua ha sido una lucha que inició en el siglo XX. La Ciudad de México y Monterrey buscaron fuentes externas, distintas a la subterránea, para hacerse de agua. La capital lo hizo primero con el Sistema Lerma en 1951 y luego, con el Sistema Cutzamala en la década de los ochenta. En la década de los cincuenta, Monterrey inició la forma de obtener más agua a través de la presa La Boca. Después, a finales de los ochenta, se hizo una segunda presa, Cerro Prieto, y en 1994 se inauguró El Cuchillo. En Jalisco, se obtiene 35% del agua de fuentes subterráneas y actualmente los acuíferos están sobreexplotados.
Además, en las tres principales ciudades del país se tiene un sistema que refleja un abandono que está compuesto por una red de alcantarillado viejo e ineficiente lleno de fugas que provoca el desperdicio de un elemento de tan importante para nuestra vida.
El problema del agua es problema que nos incumbe a todos y es necesario adoptar una cultura de cuidado del agua responsable en la ciudadanía y exigirle al gobierno mayor atención a las fugas y el mal uso del agua. Al final este problema nos recuerda que la ciudad es un sistema cuyos componentes están conectados y que todos podemos ser parte de la solución o problema que nos afectan en la forma como vivimos.
Dr. Arturo Argente Villarreal.
Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno
Tec de Monterrey
Campus Toluca.
