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Retos de la educación ante la pandemia

Retos de la educación ante la pandemia

La brecha digital no es el único factor que comprende toda la problemática que rodea a la educación en México.

La pandemia por COVID-19 provocó, entre otras cosas, la suspensión de clases presenciales que oficialmente inició en México el 23 de marzo de 2020, y que enfrentó a las instituciones educativas ante diversos retos que parecen difíciles de subsanar.


La pandemia ha ubicado a la educación repentinamente en el entorno digital; sin embargo, la falta de acceso a Internet en ciertas entidades federativas ha puesto en evidencia cómo el derecho humano a la educación se ha visto afectado desde nuevas dimensiones entre las cuales es indispensable considerar, no solo el analfabetismo lectoescritor, sino también el digital.


La brecha digital no es el único factor que comprende toda la problemática que rodea a la educación en México, también tenemos la problemática de la infraestructura de las escuelas. En la mayoría de los planteles educativos hay daños en tuberías, instalaciones sanitarias, redes eléctricas y daños por humedad, ya que los centros escolares no han tenido ningún mantenimiento, y en particular los drenajes son viejos y la falta de uso prácticamente los dejó inservibles.


A esto hay que añadir los intereses sindicalistas que rodean a la educación en México. Por un lado, encontramos al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) que tiene un millón de agremiados, y que aceptó sin chistar la reforma educativa que impulsó el gobierno de Enrique Peña Nieto. El SNTE ha sido un sindicato a la medida de los intereses clientelares de los partidos políticos, los presidentes en turno y los gobernadores. Por otro lado, tenemos a una coordinadora, la CNTE que tiene 35 años a contracorriente del SNTE, con alrededor de 100 mil miembros, y que siempre manifestó su rotunda oposición a las reformas magisteriales y que en su radicalismo izquierdoso no vislumbra mejores cauces que lo lleven a sus más legítimas posibilidades de desarrollo educativo y prestaciones económicas. Ninguna de las dos organizaciones son el cúmulo de virtudes que dicen ser, en bien de la educación, y ambos gremios han privilegiado, primero, sus salarios, prestaciones e intereses políticos; y en segundo lugar, la profesión para la que los contrató el gobierno: la educación.


Aunado a la pandemia, carencias en el entorno digital y los intereses políticos que rodean al sindicalismo en México, los programas de estudio siguen intactos, no evolucionan, siguen congelados en el tiempo, y acotan la función de un profesor evaluado a aprenderse de memoria los planes de estudio que emite el Gobierno Federal, dejando aislado al tema pedagógico del maestro.


Todos estos retos le dan un tinte de incertidumbre al tema de la educación en México. El único responsable del deterioro educativo que vive nuestro país ha sido el Gobierno por haber utilizado a la educación como un alfil político. Es importante privilegiar el interés superior del menor sobre los "apetitos sindicales" para llevar a cabo un debate y análisis responsable en un tema tan importante como es la educación en México.

Dr. Arturo Argente Villarreal.

Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno

Tec de Monterrey,

Campus Toluca.