Estatal

¿Por qué el voto es un medio para mejorar la realidad de la gente?

¿Por qué el voto es un medio para mejorar la realidad de la gente?
A punto de concluir la contienda de las campañas políticas locales, quisiera exponer cómo se han vivido estos encuentros y, a continuación, argumentaré mi idea de agenda legislativa que tiene como punto de partida las plataformas electorales de tres organizaciones partidistas (PRI, PAN y PRD), y cuya coalición electoral represento en la actual competencia, se trata de una nueva alianza para producir nuevas soluciones legislativas al servicio del bienestar social y común.

Me gustaría iniciar haciendo mención de la parte que más reflexiono y valoro en la cuesta de la carrera electoral; las experiencias auténticas, no trazadas, con personas que buscan transformar su realidad: eran casi las 5:00 pm, iniciaba la llovizna. A lo lejos, con carretilla por delante, un adulto mayor se acercaba por un camino accidentado con paso lento, pero firme, era don Juan, recién dejando la milpa y terminando su jornada laboral. En la carretilla, además de los dos bultos de papa que había cosechado para venderlos al día siguiente en el mercado del pueblo, llevaba a su nieto de ocho años quien, sin inscripción en la escuela, ya estaba dando sus pasos en la vida del campo.

¿Dónde está el aprendizaje? Quizá la escena antes descrita no parezca tan llamativa, siendo que en México esta es la realidad no de uno, sino de millones. Sin embargo, es asombroso el trasfondo que nos deja observar semejante postal, enuncio sólo dos: el trabajo de cuidados y la educación de calidad.
Efectivamente, en el Estado de México, necesitamos legislar para formular políticas sobre el trabajo de cuidados, se trata de una responsabilidad compartida a favor de las mujeres, la niñez y los adultos mayores. Debemos reflexionar que las mujeres y adultos mayores, organizan y dejan su vida en el trabajo ya sea en el hogar o en otros espacios y, la mayoría, carece de protección estimable en materia de salud. No se trata de promover el desplazamiento de su lugar de origen, se trata de dignificar su vida, mejorar el acceso y condiciones de vida, entre ellas la laboral. Hay que decirlo; urge trascender la crisis de los cuidados a través de políticas públicas que apuesten por el bienestar y la calidad de vida.

Efectivamente, la propuesta de agenda legislativa con sentido social es consecuencia de escuchar, en diversos encuentros, ya sean presenciales o a distancia, a las personas que buscan mejorar, con diferentes medios, su calidad de vida. Sostengo que el sentido social sólo es posible con decisiones legislativas de amplio reconocimiento de derechos, tales como, el empleo bien remunerado, la seguridad pública, la salud, la educación de calidad, la movilidad segura, la vida libre de violencias, el agua y sustentabilidad, el desarrollo comunitario y, en general; la inclusión y los derechos humanos.

En la misma lógica, es necesario legislar a favor de la educación de calidad, desde ampliar las coberturas hasta mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje. Las actuales condiciones sanitarias por la pandemia nos exigen redoblar las decisiones legislativas. Para muchas niñas y niños como Gerónimo, el nieto de don Juan, es necesario mejorar las condiciones institucionales para que desarrollen sus capacidades y construyan su trayectoria laboral o profesional según sus deseos y talentos. Se debe incentivar la designación de recursos económicos para la asignació de becas al mérito académico, a alumnos de escasos recursos y a madres solteras, para que exista una verdadera condición de igualdad de oportunidades para trascender realidades sociales.

Tener comunicación directa con la gente, ha reforzado la implementación de una campaña centrada en las propuestas de abajo hacia arriba y no sólo de arriba hacia abajo. Es claro que en la agenda social se encuentran los temas que interesan a la gente y, por lo tanto, no es propiedad exclusiva de alguna organización partidista. Quiero enfatizarlo; la agenda social contiene las soluciones a los problemas desde y para la gente, son sus aspiraciones de una vida en común pero en condiciones de paz.

Negar en plena competencia electoral la realidad que están produciendo las diferentes desigualdades sería un mal inicio. No es un exceso hablar de regímenes de desigualdad, en el sentido de que se han convertido y vertido como una serie de reglas de juego en espacios privados y públicos. Es necesario erradicarlos apoyándonos en escenarios de aprendizajes con nuevas formas de comunicación digital, el uso de un nuevo lenguaje y, por lo tanto, la existencia de nuevos valores, es decir, de preferencias sociales, económicas y culturales. Hay que considerar que sin liderazgo no hay agenda legislativa sostenible en el tiempo; la hoja de ruta en materia legislativa pasa por el liderazgo que representan las organizaciones partidistas de la Coalición Va por el Estado de México.
El liderazgo político viable sólo es consecuencia de una visión social duradera; éste no se pierde en las coyunturas de ciertas mayorías y, en cambio, sí traza distinción entre los perfiles de los representantes populares. En este sentido, es imperante no sobreponernos sobre la agenda social sino establecernos a partir de ella y para ella; servir y no servirnos de.

Finalizo, por ahora, preguntando ¿cuál es el sentido social del actual proceso electoral? La gente sabe que el cambio de su realidad pasa por el voto. Las elecciones son la oportunidad para que las ciudadanas y los ciudadanos tengan una auténtica representación política alejada del dogma, la polarización y de la idea placentera de falsos profetas que desean pasar a la historia. Decimos no a la ingenuidad y cuidado con las amenazas. La autenticidad de los hechos impondrá la verdad frente a la estratagema de los contrarios.
#Trabajar y legislar como un mecanismo institucional para devolver a la gente lo que hace poco les arrebataron. Efectivamente, Va por el Estado de México es una coalición para construir nuevas soluciones, desde y para los ciudadanos que exigen llevarla a la cancha legislativa. ¡Sí podemos!