El acto en una de las atracciones turísticas más emblemáticas de Brasil fue encabezado por el obispo de Río de Janeiro, cardenal Orani Joao Tempesta, y tan sólo tuvo como espectadores directos fotógrafos y camarógrafos con credencial, ya que el Santuario del Cristo Redentor está cerrado para el .
El gobierno regional de Río de Janeiro anunció el lunes el cierre de las atracciones turísticas de la ciudad como medida para impedir que las aglomeraciones ayuden a expandir el virus que transmite la enfermedad.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, igualmente ordenó el cierre de todos los parques naturales del país, incluyendo el Parque Nacional de Tijuca, que comprende el considerado mayor bosque urbano del mundo y el cerro del Corcovado.