OJALÁ

Oscar Glenn

OJALÁ

EL INCORRUPTIBLE SISTEMA ANTICORRUPCIÓN


La primera mitad de agosto nos regaló una colección de hechos como, el Paso Expres y su socavón fatal, por el cual llegamos hasta las sospechosas contrataciones de la SCT a precios inexplicablemente elevados a proveedores no muy prestigiados; las cuentas pendientes de muchas instituciones de todo tipo con la Auditoría Superior de la Federación; los sobornos de Odebrecht al Ex director de PEMEX para ayudarles a ganar una licitación, fueron otro elemento.

Se suma la despenalización de la venta de alcohol a menores porque las extorsiones de policías ministeriales a empresarios no se pudieron frenar; los gastos de campaña no reportados al árbitro por los partidos contendientes; aunque distantes geográfica e institucionalmente estos casos, están conectados en su calidad de presunción de actos de corrupción que debe ser demostrada y castigada, ese es su factor común.

Al hacer este recuento es inevitable que muchos pudiéramos dar por sentada la culpa y el dolo de los implicados, es la explicación más lógica y aceptada, dado que la mayoría de las instituciones públicas viven una crisis de eficacia y legitimidad, cualquier cosa negativa que se diga de ellas es tomada por verdad y propagada antes que cualquiera positiva y lo peor es que la mayoría prevea que los grandes casos de corrupción tengan por destino la impunidad.

No se puede culpar al ciudadano de intransigente, la historia ha generado esa percepción, el encubrimiento o la falta de transparencia han dejado huella, pero no podemos dar esta batalla por perdida, por eso es vital que la integración del Sistema Nacional Anticorrupción que fue sumamente cuidada continúe así para su operación y no se reduzcan un ápice su calidad y alcances. Se tiene que rescatar de alguna manera la integridad y legitimidad que necesita el nombramiento del Fiscal Nacional Anticorrupción que inexplicablemente se ha retrasado.

De igual manera ahora que en el estado de México se integran los Sistemas Estatal y Municipales Anticorrupción no podemos perder de vista el proceso por el cual se seleccionará a los ciudadanos que integrarán los Comités de Participación Ciudadana estatal y municipales, pues en ellos radicará buena parte de la legitimidad y eficiencia de estos aparatos.

Ojalá que esos ciudadanos seleccionados escrupulosamente sean la vacuna imprescindible para esperar que funcionen correctamente los sistemas y sean leales por encima de todo a la sociedad, impactando positivamente en la función pública. El proceso para integrarlos me parece que ha sido bien diseñado por los legisladores, ahora mismo en los municipios podían estar buscando candidatos que postular y los que no aspiremos deberíamos dedicar parte de nuestra atención a esta selección. Por ahí empieza el rescate.

Acaso...
¿no habrá opinado el instituto mexiquense contra las adicciones sobre las repercusiones de sancionar sólo administrativamente a quienes vendan alcohol a menores y por eso demoran en opinar sobre el tema o es que no ven riesgo alguno para la población con las reformas?
De ser así deberían pronunciarse.

SALUDOS