Veintiséis de agosto de 2018

Oscar Glenn

Veintiséis de agosto de 2018

Al reconocer Andrés Manuel López Obrador que no es posible sacar al ejército y la marina de las calles para el combate a la inseguridad, por lo deficiente que es la policía federal, abiertamente está confirmando que no tiene un don divino para cambiar la realidad de un día para otro.

Con lo doloroso que pueda ser para algunos de sus seguidores el incumplimiento de una promesa de campaña, hay un rasgo de responsabilidad al asumir y decidir el presidente electo lo que debe hacer por el país, aún sin satisfacer a sus fans.

Pero esto sólo abre un nuevo compás de espera, con menos paciencia y más escepticismo, que deja la presión sobre los próximos secretarios de y gobernación Alfonso Durazo y Olga Sánchez Cordero, para trabajar con rapidez y precisión en esa transformación prometida que dé resultados evidentemente mejores rápido. Bienvenidos al poder y al desgaste.