La Editorial de Hoy

Oscar Glenn

La Editorial de Hoy

Arranca el Salario Rosa con la promesa que este programa "estelar" de apoyo para mujeres, implique una corresponsabilidad y se logre evaluar cada dos años por su impacto en la evolución del bienestar de las familias, no sólo de las mujeres.

Juran que más que hacer entregas de dinero, es una secuencia de acciones para que las mujeres, pilares de la sociedad, logren graduarse como autosuficientes y al paso de un tiempo cedan su lugar a otras damas.

El escepticismo no falta, menos con la cercanía de las elecciones, para que muchos lo vean como un programa electorero de dádivas; pero si confiamos en la inteligencia de las mujeres, ellas podrán aprovechar, mejorar y votar por quien quieran. ¿O alguien lo duda?

Vincularlo con las Metas de desarrollo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD-ONU) no es algo que se pueda tomar a la ligera, pues compromete una evaluación paulatina de los avances hacia un mejor estado de bienestar de la población con mayores carencias.

En esto no puede anteponerse simplemente un interés partidista, sino un compromiso institucional por la eficacia de las políticas y acciones de gobiernos modernos, éticos, transparentes y responsables.

Fallar aquí, sería el mayor fraude y descrédito del que difícilmente podría salir bien librado un proyecto político. Sabiendo esto, parece qué hay suficientes elementos para dar el beneficio de la duda y exigir mucho, sin caer en la descalificación sistemática por antipatía política. Son otros tiempos, ojalá todos estemos a la altura más allá de las campañas y la competencia electoral que suele enturbiar muchas cosas.