Imagogenia

Martha Nava

Imagogenia

Como lo he dicho en otras ocasiones gracias a las redes sociales digitales todos estamos sujetos a vivir en el espectro de lo público por lo tanto para cuidar nuestra imagen en este mundo digital debemos cuidar lo que publicamos y lo que no publicamos.

La realidad es que cuando creíamos que sólo se señala a las empresas o figuras públicas por los errores que cometen y dañan su reputación estábamos equivocados, hoy nadie se salva del escrutinio que permiten las redes sociales digitales. Empezando por lo profesional, muchas empresas consultan las redes sociales digitales para la selección del personal nada menos en España 84% de las empresas declaran hacerlo y 33% de los reclutadores han rechazado un candidato por su actividad en medios digitales según el informe de Redes Sociales y Mercado de Trabajo de ese país y en Estados Unidos el 37% de las empresas usan estas redes para investigar a sus candidatos según la encuesta realizada por Career Builder.

Por lo que debemos de tener cuidado con la imagen digital que proyectamos -no sólo por la reputación laboral-, recordemos la revisión de los agentes fronterizos de Estados Unidos que piden acceso a los teléfonos móviles de los viajeros para revisar redes sociales, correos, mensajes, videos y fotos según un estudio publicado por NBC- o de la memoria a largo y corto plazo característica de este medio.

Entonces en un mundo en el que las redes sociales digitales son fundamentales en la generación de conexiones laborales y sociales ¿qué se debe evitar? Desde el punto de vista laboral los reclutadores descartan a un candidato en primer lugar si publica algo a favor de la violencia o la discriminación, seguido de publicaciones que promuevan el consumo de drogas o alcohol temas que propician controversia y restan a la generación de una percepción positiva. Así que para prevenir proyectar una imagen no deseada hay que evitar publicar comentarios delicados o fotografías que puedan resultar comprometedoras que no vayan acorde a una presencia profesional.

Recordemos que si no estás en internet no existes y ahora las redes sociales digitales se han convertido en nuestra carta de presentación -la fotografía de perfil es en sí nuestra tarjeta de presentación ya que proyecta de primera quienes somos y cuáles son nuestros objetivos además de ser un elemento coincidente en estos medios-, así que pregúntate ¿qué dice de ti tú foto de perfil?

Hay que evitar las confrontaciones en redes sociales y no me refiero sólo al uso de palabras altisonantes o agresiones de mal gusto, sino también a involucrarse en temas políticos o religiosos que resultan delicados, aunque si se desea expresar una opinión al respecto hay que ser prudente. En este mismo tenor hay que tener sumo cuidado con la ortografía, una mala ortografía se traduce en un mal cuidado de nuestra imagen verbal y resta profesionalismo.

Si bien creíamos que las redes sociales digitales eran sólo para divertir y conectar con todo el mundo, la realidad es muy diferente hoy tenemos que cuidar lo que publicamos en ellas: las fotos, las palabras, los check ins, la interacción con otros y no sólo eso, tener en consideración el tiempo porque así como en la vida real la primera impresión toma segundos en la era digital sucede lo mismo; aplicando por igual a políticos, personajes de la farándula, empresas y cualquiera que las use.

Y así que cuidar la imagen digital también es cuidar la reputación, por lo que es prudente publicar sólo aquello que abone y proyecte la esencia y aunque queramos compartir los momentos de diversión - las fiestas, los viajes y las comidas en familia- y enfrascarnos en acaloradas conversaciones, será mejor dejarlo en privado o para los círculos de confianza.


@Mar_Naa



Martha Nava Argüelles