¿Moralmente derrotados?

Oscar Glenn

¿Moralmente derrotados?

El primero de septiembre durante su 1er. informe de gobierno, el Presidente de México reconoció que no son buenos los resultados en la disminución de la incidencia delictiva en el país y ese es su principal desafío, pero sostuvo que se va a pacificar al país, no permitiendo el contubernio de la delincuencia con la autoridad.

También dijo que percibía que sus adversarios, los que se oponen al cambio, están moralmente derrotados, viven aturdidos y desconcertados.

Ojalá que el Presidente pudiera dedicar esas palabras a los verdaderos y temibles opositores a la tranquilidad y la seguridad de la gente, derrotar moralmente no al que debate, sino al que empuña un arma y no tiene el menor remordimiento para ultimar brutalmente a los que se pongan enfrente.

Ojalá que ese mismo discurso lo pudiera convertir y junto a su equipo atinara a imponer gradualemente el orden y el respeto a la autoridad donde es urgente, no sólo en la retórica, ni esperando que con reflexiones y consejos, así como la reprimenda de los padres y abuelos cambiarán las mentes criminales.

El 22 de abril pasado, en Veracruz, después de la matanza de trece personas en Minatitlán, el presidente López Obrador se comprometió a que en seis meses habría resultados en seguridad gracias a la implementación de los programas sociales de su gobierno, pretendiendo que al beneficiar a unos 20 millones de mexicanos con alguno de sus programas de ayuda, más la intervención de la Guardia Nacional, el panorama cambiaría.

Estamos a ocho días que se cumpla el plazo que fijó y los beneficiarios de programas si se han multiplicado, pero en combate al crimen y la inseguridad, lamentablemente no encontramos aún los elementos para creer en esa afirmación, que mucho hubiera alegrado y alimentaría la esperanza en el futuro del tema, pero no hay tal.

En la Conferencia mañanera de este lunes, el Presidente aseguró que se avanza en la pacificación del País con nuevos métodos; el Secretario de Seguridad, informó 5 mil 995 cuentas bloqueadas a personas vinculadas al crimen organizado, y el titular de la SEDENA detallaba que hay 148 mil 392 muertos vinculados a delincuencia organizada; pero al mismo tiempo más de 30 pistoleros emboscaron a policías en la carretera Apatzingán-Aguililla en Michoacán, matando a trece e hiriendo a nueve, sin ningún respeto ni temor por la autoridad.

Han calificado de absurdo querer pacificar con métodos violentos como sus antecesores, pero ante tales manifestaciones criminales y el desastre que dicen heredaron, las opciones de la contrición, desmovilización, el desarme y la reinserción parecen una mala broma Presidente. Ojala hubiera derrota moral o práctica. Pero no. Revíselo.