No se usted estimado lector pero en lo personal conforme pasa el tiempo me siento menos segura y más paranoica. No puedo ir al súper sola, en los semáforos subo los vidrios, en mi casa checo dos o tres veces que puertas y ventanas estén cerradas -porque recientemente se metieron a casa de mi vecino a robar- y ya no se diga caminar una cuadra en las noches de mi oficina a la casa; esta percepción de inseguridad y alerta constante no es un estado individual podemos preguntar a cualquier ciudadano si se siente seguro y la respuesta invariablemente será que no, según datos del INEGI el 81.7% de la población se siente insegura en los cajeros automáticos, el 75.1% en el transporte público y el 67.1% en las calles que usa habitualmente.
Hoy, es normal leer en redes sociales que vieron como se querían llevar o se llevaron a la fuerza a una mujer en alguna de las calles del centro de Toluca –o de cualquier lugar en el país-, avisos de precaución en sobre asaltos dentro y fuera de los supermercados o centros comerciales, alertas por desaparición de algún conocido o familiar de algún conocido y ya no mencionemos toda la información que se publica en los medios de comunicación en las sección policiaca, como para poner los pelos de punta. Pero ¿Qué es lo que está pasando?
Si bien, el combate a la delincuencia fue una prioridad en su campaña y en su plan de gobierno también, las cosas no han salido como esperaba el presidente Andrés Manuel López Obrador. Nada menos, según el Semáforo de Delitos de Alto Impacto en el país, el homicidio en México tiene una tasa cinco veces más alta a la mundial y eso es sumamente preocupante; si bien el Plan Nacional de Desarrollo considera diversos puntos para restablecer la paz en el país como el fin a la "guerra contra las drogas" que considera entre otras cosas reorientar recursos, generar más oportunidades para que las personas no vean la necesidad de unirse a la delincuencia, la puesta en marcha de la Guardia Nacional, entre otras muchas acciones de momento la percepción de inseguridad va en aumento. Lo interesante es que el documento tiene como uno de sus fines medibles disminuir la percepción de inseguridad –que inevitablemente es replicada al extranjero- del 73.7% (2018) al 39.4% para el 2024.
Lo cierto la imagen de México desde el interior hacia el exterior y en cualquier punto es de inseguridad, así como va a querer visitar el turista o invertir el empresario, porque el turismo es vital para nuestro país –nada más es el 17.2% del Producto Interno Bruto (PIB)- y si las inversiones no entran a nuestro país tampoco llegan más trabajos, más industria, más tecnología, entre otras cosas. Por lo tanto, empezando por la percepción al interior para que se escuche en otros países, el gobierno debe subsanar uno de los más grandes problemas que aquejan al ciudadano a corto, largo y mediano plazo y desde infinidad de rubros, la percepción de tranquilidad.
Twitter: @Mar_Naa
Hoy, es normal leer en redes sociales que vieron como se querían llevar o se llevaron a la fuerza a una mujer en alguna de las calles del centro de Toluca –o de cualquier lugar en el país-, avisos de precaución en sobre asaltos dentro y fuera de los supermercados o centros comerciales, alertas por desaparición de algún conocido o familiar de algún conocido y ya no mencionemos toda la información que se publica en los medios de comunicación en las sección policiaca, como para poner los pelos de punta. Pero ¿Qué es lo que está pasando?
Si bien, el combate a la delincuencia fue una prioridad en su campaña y en su plan de gobierno también, las cosas no han salido como esperaba el presidente Andrés Manuel López Obrador. Nada menos, según el Semáforo de Delitos de Alto Impacto en el país, el homicidio en México tiene una tasa cinco veces más alta a la mundial y eso es sumamente preocupante; si bien el Plan Nacional de Desarrollo considera diversos puntos para restablecer la paz en el país como el fin a la "guerra contra las drogas" que considera entre otras cosas reorientar recursos, generar más oportunidades para que las personas no vean la necesidad de unirse a la delincuencia, la puesta en marcha de la Guardia Nacional, entre otras muchas acciones de momento la percepción de inseguridad va en aumento. Lo interesante es que el documento tiene como uno de sus fines medibles disminuir la percepción de inseguridad –que inevitablemente es replicada al extranjero- del 73.7% (2018) al 39.4% para el 2024.
Lo cierto la imagen de México desde el interior hacia el exterior y en cualquier punto es de inseguridad, así como va a querer visitar el turista o invertir el empresario, porque el turismo es vital para nuestro país –nada más es el 17.2% del Producto Interno Bruto (PIB)- y si las inversiones no entran a nuestro país tampoco llegan más trabajos, más industria, más tecnología, entre otras cosas. Por lo tanto, empezando por la percepción al interior para que se escuche en otros países, el gobierno debe subsanar uno de los más grandes problemas que aquejan al ciudadano a corto, largo y mediano plazo y desde infinidad de rubros, la percepción de tranquilidad.
Twitter: @Mar_Naa
