Reforma Universitaria sin fallas

Oscar Glenn

Reforma Universitaria sin fallas

Con la súbita presentación de la propuesta de reforma a La Ley de la Universidad que los diputados locales de MORENA realizaron la semana pasada a la Legislatura Mexiquense, se está reabriendo un debate que se pensó culminado, pero ahora parece que no se hace de la manera más conveniente y por tanto se debe perfeccionar el proceso, corrigiendo imprecisiones y respetando verdaderamente la opinión de los sectores interesados, con mecanismos adecuados.

El año pasado, fui testigo como por los mecanismos institucionales se realizó una consulta para perfeccionar y legitimar con una significativa participación, la propuesta de reforma que inicialmente planteó el Rector de la Institución, en respuesta a las peticiones que recibió en su tiempo como aspirante al cargo, pero que no había sido entregada para análisis de los Legisladores.

Hasta donde sé, la propuesta de reforma estuvo 73 días publicada en un sitio web público, se recibieron cerca de 120 mil correos con comentarios y propuestas sobre su contenido, además, se expuso 52 veces ante la comunidad de los diversos espacios académicos universitarios. Toda esa participación no puede ser ignorada al presentar otra propuesta presumiendo que concentra las opiniones de toda la comunidad y por tanto los legisladores no deberían obviar esto en su dictaminación.

Es sabido que una institución tan viva como es la Universidad Autónoma del Estado de México, no rechaza la discusión de ningún asunto trascendente, está en su ADN, y siendo esa una virtud, nadie debería pervertirla ni provocar dolosamente polémicas, para dar cauce a ambiciones personales ni de grupo, alimentando el riesgo de generar caos e inestabilidad que poco ayuden al desarrollo educativo y profesional, ni movidos por el resentimiento o el deseo de revancha, menos aún pretextar un anhelo de democratización que más parezca un afán y urgencia por tomar por asalto el control de la universidad de todos los mexiquenses.

La reforma a la Ley de la UAEM debe enfocarse a proporcionar a los estudiantes todos los elementos para desarrollar conocimiento de utilidad social y ser altamente competitivos a nivel mundial, con eficacia en las diferentes áreas del quehacer humano y ellos deben ser respetados y consideradas sus opiniones al respecto, como una prioridad; para eso es justamente la Autonomía que representa un baluarte de la Universidad.

En este proceso de evolución, deben quedar al margen los apetitos de partidos políticos, personajes y sindicatos, sin que eso demerite a la universidad como un buen lugar para trabajar; se debe establecer condiciones para que sea financieramente saludable aprovechando todo su potencial con transparencia y eficiencia.

Los estudiantes tampoco deben ser manipulados como rehénes de las disputas, son el tesoro de la sociedad y a ellos se les debe cumplir.

El congreso tiene hoy una gran responsabilidad para llevar este proceso sin sesgos de justicieros ni revanchismos, sin prisas, sino como visionarios, tomando referencia de las mejores historias de éxito universitario en el mundo. Esa es su verdadera oportunidad de trascender. Ojalá no fallen.