Carta - Compromiso

Oscar Glenn

Carta - Compromiso

El Presidente López Obrador prometió el viernes pasado que firmaría ayer lunes el compromiso por escrito que no intentará reelegirse, ni aprovechar las presuntas condiciones que plantea la reciente Reforma Constitucional sobre la Consulta Popular y Revocación del Mandato, con lo cual se generó un bando que integran quienes creen que ese compromiso sería innecesario confiando en la nobleza e integridad del mandatario y otro que piensa que sería inútil, pues creen que al final podría idear la forma de hacerlo parecer legítimo.

Para los que le apoyan con fe ciega, el simple dicho del mandatario augura un cambio adecuado y para los contrarios, a cada anuncio solo hay que esperar la forma en que adecuan su interpretación de las normas para acabar por hacer lo que se les ocurra, sin remordimiento y gozando del apoyo irrestricto de sus seguidores.

La realidad es que - quizá por error de cálculo- no firmó este lunes la carta-compromiso que prometió, con el argumento que se debería prestar toda la atención posible a la conmemoración del aniversario 81 de la Expropiación Petrolera y los anuncios subsecuentes que en la materia se hicieran.

Y si bien la maniobra dio espacio para no perder de vista que ‪el Gobierno de México planea rehabilitar las seis refinerías del país y construirá una nueva., para que según su cálculo en tres años ya no compraremos gasolina en el extranjero; ese compromiso que el mismo mandatario dice ya tener listo y sólo falta mostrarlo públicamente, no debería encontrar motivo ni explicación para una mayor demora.

Quizá el compromiso firmado no tendrá ningún valor legal realmente, pues fue la propuesta del mismo Presidente, para otorgar un elemento con una significación social importante, ratificando que no es un ambicioso vulgar y que respeta la Ley, así obsequió el "arma" que en caso de intentar por alguna circunstancia reelegirse, sus opositores activarían para tratar derribarlo.

La realidad también es que el temor de una reelección no se disipará mientras la exista la posibilidad que a lo largo de este sexenio, el "Lopezobradorismo" logre mantener un ejército millonario de simpatizantes, beneficiarios de programas sociales, que continuamente recibirán dinero en efectivo, quienes teóricamente, estarían dispuestos a avalar cualquier propuesta que genere el mandatario.

Contra eso no hay hasta ahora capacidad de respuesta y por ello dan por descartado los opositores que en el 2021, la Revocación de Mandato ponga nervioso al Presidente, pero si a cualquiera que se oponga sus designios, a menos que eso y el respeto a la Consulta Popular logren que el mandatario lo incluya también en su carta-compromiso por firmar, si acaso no fuera redactada unilateralmente.

Ahora bien, deberemos observar con detenimiento lo relativo a la Consulta Popular y sus alcances, pues abre posibilidades para preguntar a los mexicanos -sin manipulaciones- su opinión sobre temas y decisiones trascendentales para la conducción del país, más la posibilidad de hacer los resultados vinculatorios.

La duda radicará en qué actores o institutos políticos tienen la visión y empuje para someter a consulta exitosa temas trascendentales para el país, incluso los que presuntamente ya se han consultado, ya sea para ratificar o rectificar. Ojalá desde ambos bandos haya talento.