México

Martha Nava

México

Andrés Manuel López Obrador es, oficialmente, nuestro presidente e independientemente de cómo se mal vista –porque honestamente tiene mucho que aprender sobre la talla correcta para usar en sus trajes- o como maneje sus "cantinfleantes" discursos –porque honestamente a veces se entiende la mitad de lo qué dice-, como mexicanos tenemos que desearle un buen gobierno, porque eso es desearle un bien a México. Y bueno, de momento todo mundo habla de las acciones que ha emprendido en sus primeros días al frente de la República, de su toma de protesta, de sus declaraciones, de cómo le harían para traducir en otros idiomas la frase del comediante Tin-Tan retomada por AMLO en su discurso de toma de protesta "Me canso ganso" y más, en fin todo sobre él y su gobierno.

Sin embargo, y siendo genuinamente honestos, nada en este país va a cambiar si no cambia el mexicano, el verdadero cambio está en cada uno de nosotros, en que no tiremos basura en la calle, en que usemos menos el coche y más la bici, en que respetemos a los demás con sus singularidades sin sentir la necesidad de señalarlos o en que respetemos a nuestras figuras de autoridad sin creernos superiores a nadie. Este sería el verdadero cambio, hacer lo que nos corresponde por responsabilidad a nuestro país, sin embargo es un cambio que veo un tanto lejano.

Nada menos ayer por la mañana leía el caso de un video que recorre las redes sociales en el que un maestro y un alumno que se pelearon dentro de un salón de clases supuestamente porque el alumno se negó a soltar su teléfono celular, esto sucedió al interior de un colegio particular en Celaya; Claro está, el profesor fue retirado del cargo en lo que se hacen las investigaciones y del menor sólo se sabe que él inició la pelea, esto gracias a un comunicado que publicó el colegio a través de la directora del plantel educativo.

Otro claro ejemplo es el delicadísimo tema del incremento en la violencia que se vive en el país, que siendo honestos este repercute directamente en la percepción que tienen otros países sobre la inseguridad que impera en México y que por lo tanto desincentiva el arribo del turismo a nuestras tierras, sector que –al menos hasta el año pasado- es el que más aporta al producto interno bruto.

La realidad es que independientemente de quién sea nuestro presidente Zedillo, Fox, Calderón, Peña, o AMLO y bajo qué estandarte político se desenvuelva la tarea de mejorar la marca de México dependerá de cada ciudadano mexicano, de que trabajemos unidos por la misma causa México; es decir, no trabajar en favor de un personaje sino de un país completo. Accionar en vez de reaccionar, porque si de algo estoy segura es que la violencia generará más violencia.

Twitter: @Mar_Naa