Señales de división y esperanza

Oscar Glenn

Señales de división y esperanza

Estamos a punto de ver qué tan respetuoso e independiente podrá ser el Congreso (Cámara de diputados y Cámara se Senadores) del Próximo presidente, con quien aún sin entrar en funciones ya han tenido una diferencia significativa, que en un día dejó pérdidas cuantiosas a algunos bancos que suelen obtener sus mayores ganancias en México.

Cuando pocos lo esperábamos, en el Senado, se dio a conocer que la bancada de Morena a través de su coordinador, Ricardo Monreal, promovió una iniciativa para desparecer las comisiones bancarias, pero el presidente electo, después de ver el desplome las acciones de algunos Bancos y de la Bolsa Mexicana de Valores, reveló que se comprometió a no modificar condiciones para los bancos hasta su cuarto año de gobierno.

Estos tempranos desencuentros empiezan a evidenciar las diferencias subsistentes al interior del partido del Presidente, primero sobre las prioridades de del ejecutivo contra las que concibe el legislativo, o sobre el dominio y control que cada parte quiere hacer valer y que marcarán, esperaríamos para bien, el rumbo político al menos del primer año de la era López Obrador.

Esto no es cosa menor. Muchos dimos por descontado que al presentarse la propuesta por la bancada mayoritaria, vendría con el aval del Próximo mandatario y sería en automático aprobada. En ese mismo tenor reaccionaron en el sector bursátil, pero en realidad faltaría que se aprobara en el pleno y ahora con la contraindicación del Presidente Electo, podría darse una confrontación de fuerzas, entre los que quieran colgarse la medalla, olvidando que algo le deban a López Obrador, más los no morenistas que les guste, contra los que no titubean en su lealtad con el tabasqueño, manteniéndose en su línea.

No se puede pasar por alto que el tema despertó mucho interés de buena parte de la población y ha abierto un debate, donde varios expertos han coincidido en la necesidad real de revisar cuales de las comisiones que cobran los bancos no tienen razón de seguirse cobrando, pero ahora parece inminente que o López Obrador paga con cargo a su credibilidad, el costo de impedir avance en el asunto, o la bancada de Morena en el Legislativo asume ser etiquetada como subordinada del Ejecutivo, obedeciendo a su líder e ignorando la división de poderes. Gramos de oro para sus opositores

Se han metido en un callejón por el ímpetu o la falta de coordinación, pero este brote para los mexicanos ha resultado revelador y es esperanzador –aún sin cantar victoria- pensar que los legisladores pueden no anular su iniciativa ni su capacidad de análisis ante los designios del Presidente, por encima de la conveniencia de la gente, lo cual sería muy bueno para el futuro del equilibrio de poderes,no porque deban ponerse obstáculos a la visión del ejecutivo, sino porque deberán construirse mejor las propuestas que de ahí se manden y así los legisladores dignificar su función más que su militancia. Ojalá. Si la propuesta avanza en la discusión o se va a la "Congeladora" sabremos qué decidieron.