Después de un año de gobierno de Alfredo del Mazo Maza en el estado de México, ha sido ya comentada la posibilidad que todos los secretarios del Gabinete tengan que comparecer ante los legisladores para que explicar los resultados que han alcanzado en cada una de sus áreas y seguramente resonarán los pendientes inmensos que en un estado como el nuestro, difícilmente acabarán.
Por eso mismo he insistido en lo importante de que el ejercicio de rendición de cuentas -en esta versión inédita para los mexiquenses, donde la oposición al ejecutivo es mayoría- nos arroje más que descalificaciones, compromisos de acción con metas definidas.
En este contexto, un aspecto que debe ser también considerado, es que se ha destacado que el Plan de Desarrollo del Estado es el primero a nivel nacional que, de origen, incorpora la visión de la Agenda 2030 de la ONU con aspectos fundamentales como la construcción de comunidades resilientes, el impulso a acciones a favor del clima, y el fortalecimiento de la igualdad y la equidad de género.
Con esto se infiere que los programas más significativos, están diseñados para dar mejores resultados medibles en beneficio de la población, pero faltará saber lo que resulta de la evaluación neutral que se efectúe con los parámetros de la ONU, que es otra parte del compromiso institucional.
Así la situación, es posible que los legisladores por una parte hagan sus consideraciones sobre el real beneficio del "Salario Rosa", y digieran si les solicitan más dinero para éste; pero no duden en cuestionar por qué otros programas para el desarrollo social en el octavo mes del año no han ejercido ni el uno por ciento de su presupuesto asignado, pese a estar destinados a incidir en alimentación, desarrollo comunitario, apoyo a jóvenes o vivienda indígena.
A esa explicación deberá la gente del Ejecutivo agregar la forma en que, de manera eficiente, se pueden ejercer esos recursos en el último trimestre y si esa situación se repetirá el año próximo o este fue un excepcional primer año de aprendizaje. El dinero nunca es suficiente y por ello es fundamental mostrar que el manejo es altamente eficiente, y eso no de debate, se muestra.
Si adicional a esto tomamos en cuenta las palabras del Secretario de Finanzas, en el sentido que internamente ya evalúan los resultados de programas para diseñar el presupuesto del 2019, para asignar más a lo que mejor resultado ha dado y disminuir o suprimir lo que no reditúa, veremos con qué se quedan y como explican si algo se suprime.
En la dinámica de evaluación de resultados contra presupuesto, la UAEM ya pide turno y tiene análisis que muestran la necesidad de un 15% de aumento para el 2019, lo cual sin duda será discutido teniendo a la mano los resultados de auditorías a la máxima casa de estudios, situación que al parecer no asusta al Rector Alfredo Barrera Baca.
Para la consideración adicional de los Legisladores también podría poner sobre la mesa que la Institución sólo acepta a 4 de cada 10 aspirantes y cumplir la promesa del Presidente Electo de darle cabida a todos, implicaría, sólo aritméticamente, un 150% de presupuesto adicional. Es buen reto.
Ojalá lo veamos.
Por eso mismo he insistido en lo importante de que el ejercicio de rendición de cuentas -en esta versión inédita para los mexiquenses, donde la oposición al ejecutivo es mayoría- nos arroje más que descalificaciones, compromisos de acción con metas definidas.
En este contexto, un aspecto que debe ser también considerado, es que se ha destacado que el Plan de Desarrollo del Estado es el primero a nivel nacional que, de origen, incorpora la visión de la Agenda 2030 de la ONU con aspectos fundamentales como la construcción de comunidades resilientes, el impulso a acciones a favor del clima, y el fortalecimiento de la igualdad y la equidad de género.
Con esto se infiere que los programas más significativos, están diseñados para dar mejores resultados medibles en beneficio de la población, pero faltará saber lo que resulta de la evaluación neutral que se efectúe con los parámetros de la ONU, que es otra parte del compromiso institucional.
Así la situación, es posible que los legisladores por una parte hagan sus consideraciones sobre el real beneficio del "Salario Rosa", y digieran si les solicitan más dinero para éste; pero no duden en cuestionar por qué otros programas para el desarrollo social en el octavo mes del año no han ejercido ni el uno por ciento de su presupuesto asignado, pese a estar destinados a incidir en alimentación, desarrollo comunitario, apoyo a jóvenes o vivienda indígena.
A esa explicación deberá la gente del Ejecutivo agregar la forma en que, de manera eficiente, se pueden ejercer esos recursos en el último trimestre y si esa situación se repetirá el año próximo o este fue un excepcional primer año de aprendizaje. El dinero nunca es suficiente y por ello es fundamental mostrar que el manejo es altamente eficiente, y eso no de debate, se muestra.
Si adicional a esto tomamos en cuenta las palabras del Secretario de Finanzas, en el sentido que internamente ya evalúan los resultados de programas para diseñar el presupuesto del 2019, para asignar más a lo que mejor resultado ha dado y disminuir o suprimir lo que no reditúa, veremos con qué se quedan y como explican si algo se suprime.
En la dinámica de evaluación de resultados contra presupuesto, la UAEM ya pide turno y tiene análisis que muestran la necesidad de un 15% de aumento para el 2019, lo cual sin duda será discutido teniendo a la mano los resultados de auditorías a la máxima casa de estudios, situación que al parecer no asusta al Rector Alfredo Barrera Baca.
Para la consideración adicional de los Legisladores también podría poner sobre la mesa que la Institución sólo acepta a 4 de cada 10 aspirantes y cumplir la promesa del Presidente Electo de darle cabida a todos, implicaría, sólo aritméticamente, un 150% de presupuesto adicional. Es buen reto.
Ojalá lo veamos.
