Por ello, el ombudsperson mexiquense exhortó a hombres y mujeres a dar un resignificado a sus derechos humanos para fomentar el respeto y la cultura de género, a fin de terminar con la violencia interiorizada y generalizada que hace creer que el sometimiento del débil, la discriminación y la marginación, son normales.
También hizo un llamado a los medios de comunicación a no reforzar los estereotipos que hacen que persistan prácticas de violencia simbólica, al etiquetar y estigmatizar a las mujeres, a personas con preferencia sexual diferente o a quienes sufren alguna discapacidad; también pidió no utilizar un lenguaje sexista, machista ni racista.
Indicó la necesidad de terminar con ese tipo de violencia que se presenta en todos los ámbitos de la vida: desde la familia, hasta el espacio educativo, laboral y profesional, que se advierte por comentarios o acciones como negar el valor del trabajo doméstico; hacer distinciones salariales entre profesionistas varones y mujeres; decir chistes homofóbicos o machistas, entre otros.