Aunque cada vez más mexicanos logran estudiar una carrera, las condiciones del trabajo han empeorado en la última década, y los recién egresados enfrentan problemas para conseguir empleo
Medio millón de egresados de universidades se integran cada año en el mercado laboral, y México confía en ellos para progresar en las cadenas de valor mundiales. Sin embargo, las condiciones de empleo han empeorado en la última década y los trabajadores jóvenes con estudios superiores enfrentan cada vez más dificultades para desarrollarse profesionalmente.
De acuerdo con un estudio publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), titulado Educación superior en México: resultados y relevancia para el mercado laboral, un factor determinante es que la educación no está bien alineada con las necesidades cambiantes de la economía.
Durante la presentación de los resultados del estudio, celebrado en la sede de la Secretaría de Educación Pública (SEP), el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, expuso que "en México es frecuente que los egresados y los empleadores no reciban los beneficios que esperan de la educación superior, generando frustración para ambos".
Aún queda mucho trabajo por delante para garantizar que el más de medio millón de egresados que ingresan en el mercado laboral cada año consiga empleos de calidad para poder desarrollarse profesionalmente y contribuir al máximo a una economía en constante evolución".
Si bien la educación superior en el país está creciendo y, si se mantienen los patrones actuales, el 26 por ciento de los jóvenes obtendrán algún título de educación superior a lo largo de su vida, casi la mitad de los empleadores alertan de una falta de competencias en su sector, y consideran que la educación y formación de los solicitantes de empleo no es adecuada para sus necesidades.
El estudio de la OCDE prevé que los sectores estratégicos del país (aeroespacial, del automóvil, de la energía y de la electrónica) mantengan sus trayectorias de crecimiento. En contraste, más de un tercio de los estudiantes están matriculados en administración de empresas y derecho, mientras que nueve de cada diez estudian en programas de licenciatura.
A esto se suma que no existe una cultura sólida de aseguramiento de la calidad dentro de las instituciones de educación superior, a excepción de algunas instituciones punteras.
Durante la presentación, el titular de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán, admitió que "la educación superior en México no cumple a plenitud la promesa de desarrollar las competencias necesarias para el trabajo ni funge como una palanca para promover de manera cada vez más amplia la innovación y el crecimiento económico frente a las grandes necesidades y retos que tiene el país".
Por ese motivo consideró necesario repensar completamente la política nacional en educación, y anunció que se trabaja en un acuerdo en coordinación con toda la comunidad universitaria, rectores, expertos, estudiantes y maestros, para "crear una visión de cómo se formará a los mexicanos del futuro desde la educación inicial hasta la conclusión de sus estudios".
Moctezuma destacó que en 2018 se llevó a cabo una consulta nacional para conocer las propuestas y trabajo de todos los sectores educativos, en la que participaron investigadores, profesores, profesionistas, rectores de universidades.
Esta consulta será un insumo importante para generar un rumbo más claro para la educación superior del país durante la administración de Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con un estudio publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), titulado Educación superior en México: resultados y relevancia para el mercado laboral, un factor determinante es que la educación no está bien alineada con las necesidades cambiantes de la economía.
Durante la presentación de los resultados del estudio, celebrado en la sede de la Secretaría de Educación Pública (SEP), el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, expuso que "en México es frecuente que los egresados y los empleadores no reciban los beneficios que esperan de la educación superior, generando frustración para ambos".
Aún queda mucho trabajo por delante para garantizar que el más de medio millón de egresados que ingresan en el mercado laboral cada año consiga empleos de calidad para poder desarrollarse profesionalmente y contribuir al máximo a una economía en constante evolución".
Si bien la educación superior en el país está creciendo y, si se mantienen los patrones actuales, el 26 por ciento de los jóvenes obtendrán algún título de educación superior a lo largo de su vida, casi la mitad de los empleadores alertan de una falta de competencias en su sector, y consideran que la educación y formación de los solicitantes de empleo no es adecuada para sus necesidades.
El estudio de la OCDE prevé que los sectores estratégicos del país (aeroespacial, del automóvil, de la energía y de la electrónica) mantengan sus trayectorias de crecimiento. En contraste, más de un tercio de los estudiantes están matriculados en administración de empresas y derecho, mientras que nueve de cada diez estudian en programas de licenciatura.
A esto se suma que no existe una cultura sólida de aseguramiento de la calidad dentro de las instituciones de educación superior, a excepción de algunas instituciones punteras.
Durante la presentación, el titular de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán, admitió que "la educación superior en México no cumple a plenitud la promesa de desarrollar las competencias necesarias para el trabajo ni funge como una palanca para promover de manera cada vez más amplia la innovación y el crecimiento económico frente a las grandes necesidades y retos que tiene el país".
Por ese motivo consideró necesario repensar completamente la política nacional en educación, y anunció que se trabaja en un acuerdo en coordinación con toda la comunidad universitaria, rectores, expertos, estudiantes y maestros, para "crear una visión de cómo se formará a los mexicanos del futuro desde la educación inicial hasta la conclusión de sus estudios".
Moctezuma destacó que en 2018 se llevó a cabo una consulta nacional para conocer las propuestas y trabajo de todos los sectores educativos, en la que participaron investigadores, profesores, profesionistas, rectores de universidades.
Esta consulta será un insumo importante para generar un rumbo más claro para la educación superior del país durante la administración de Andrés Manuel López Obrador.
