En la Sala "Ignacio Manuel Altamirano" del Edificio de Rectoría, sostuvo que la violencia contra las mujeres y las niñas es un problema de salud pública debido a que es origen de enfermedades físicas y mentales, así como la muerte.
La especialista en administración en sistemas de salud precisó que la violencia, generalmente ejercida por la pareja, afecta la salud física, mental, sexual y reproductiva de las mujeres y transgrede los derechos humanos.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, apuntó Aurora López Ovando, la violencia contra las mujeres es cualquier rasgo de maltrato o agresión, incluidas las amenazas verbales, el desprecio, la indiferencia o las bromas.
Desde la educación en el hogar, detalló, es posible evitar la violencia de género. Recomendó enseñar a los niños expresar sus emociones en las relaciones personales a través del diálogo, el acuerdo o la negociación, con la finalidad de resolver diferencias.
Instó a orientar a los niños a enfrentar con equidad y seguridad los problemas cotidianos. "Normalmente le otorgamos las armas a los varones y a las niñas las dejamos sin herramientas para argumentar o defenderse".
Consideró crucial inculcar en los niños la resolución pacífica de conflictos en la familia y la escuela. "Una comunidad con mujeres maltratadas tiene como resultado una sociedad deteriorada. Desde la infancia es fundamental erradicar y prevenir actitudes violentas".
Aurora López Ovando manifestó que es falso que la violencia contra la mujer se ejerza únicamente a través de golpes, que las mujeres la provocan o que es exclusiva de un sector económico o social.