Casasola, propuso que en el caso de un divorcio voluntario, y ante la inasistencia de uno de los cónyuges o su negativa al divorcio, el divorciante que continúe firme en su voluntad de disolver el vínculo matrimonial, pueda cambiar de vía en el mismo juicio voluntario al de divorcio incausado.
De esta forma, se es constante con la figura de divorcio que regula el Código Civil de la entidad mexiquense, así como una mayor eficacia procesal, ahorrando recursos tanto humanos como financieros al interesado y al Poder Judicial del Estado de México.
Mencionó que, el divorcio voluntario- actualmente- tiene como procedimiento básicamente una solicitud que deben firmar ambos cónyuges, así como la presentación del convenio respectivo a que hace mención el Código Civil del Estado de México, sin embargo, para el caso de que ya tramitado un proceso de esta naturaleza y alguno de los cónyuges ya no tenga la voluntad de disolver su matrimonio, con el simple hecho de no presentarse a las audiencias de avenencia es más que suficiente para dar por concluido el procedimiento.