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La deuda externa plantea un desafío; urge disminuirla y hacer crecer la economía

La deuda externa plantea un desafío; urge disminuirla y hacer crecer la economía

*Eduardo Morales Pérez, investigador de EL COLEGIO MEXIQUENSE, A. C., recomienda atender las sugerencias de organismos financieros internacionales; el turismo y el sector exportador, con el mayor potencial de generar divisas

El internacionalista Eduardo Morales Pérez, investigador de EL COLEGIO MEXIQUENSE, A. C., alertó sobre el riesgo que implican la deuda externa, que ronda los 450 mil millones de dólares, y la pobre tasa de crecimiento económico, que en últimos años no ha superado 2%, para la viabilidad financiera y comercial del país, ante la eventualidad de que la banca internacional buscara recuperar cartera.

Los llamados del Fondo Monetario Internacional y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos a los países con deudas externas altas, en especial aquellos que, como México, tienen un crecimiento económico menor al de sus débitos, responden al riesgo real de que esas naciones pudieran no cumplir los contratos que tienen firmados.

El problema de la deuda externa alcanza a los países desarrollados y no solo a los emergentes o a los que están en vías de desarrollo, dijo el investigador, quien ofreció datos tan llamativos como que Japón tiene una deuda que representa 208% de su PIB, e incluye a otros como Italia, Portugal, España, Irlanda, Francia e incluso Alemania, que ha trabajado el tema, pero cuya deuda significa 90% de su producto interno.

Morales Pérez urgió a trabajar con más ahínco en la entrada divisas al país por el camino de la infraestructura turística y del impulso decidido a los sectores que por su capacidad o potencial exportador puedan responder a las exigencias del mercado internacional, a fin de generar los recursos que permitan mejorar el pago de amortizaciones e intereses.

El investigador de EL COLEGIO MEXIQUENSE, A. C., subrayó que el solo pago del servicio de la deuda -los intereses- es de por sí una carga muy pesada para el país y un aumento de 1% en la tasa supone para México un abono de tres mil millones de dólares adicionales; de hecho, en diciembre pasado un aumento de un cuarto de punto ha significado 750 millones de dólares extra, como consecuencia del

crecimiento de la economía estadounidense, que conlleva un incremento en las tasas de interés para evitar presiones inflacionarias.

El internacionalista también previno sobre la deuda interna y recomendó cautela a los tres órdenes de gobierno, en especial a los gobiernos estatales y municipales que en ocasiones ha, recurrido a préstamos para atender el gasto corriente.

Sin alarmismo, advirtió de que las crisis de 1982 y 1995 tuvieron como componente central a la deuda externa, que derivó en insolvencia, severos ajustes internos y renegociaciones que hicieron pasar a los mexicanos, en especial los más necesitados, por momentos muy difíciles, pese a que las tasas de crecimiento económico no eran tan pobres como las de los últimos años.

Insistió en apostar al turismo internacional y en fortalecer a los sectores con la mayor capacidad exportadora como medidas preventivas que atiendan los llamados de los organismos financieros internacionales y hagan crecer a la economía a las tasas que el país necesita.