En la última sesión del Séptimo Periodo Ordinario, la legisladora dijo que este producto, presente en platos, vasos y recipientes desechables, es altamente tóxico y su degradación tarda más de mil años, además de que fabricarlo demanda el uso de otros recursos naturales y en caso de ser quemado, libera sustancias que dañan la capa de ozono de la atmósfera.
Agregó que su uso en alimentos y bebidas genera daños a la salud de las personas, ya que contiene sustancias que no se pueden digerir y es un posible cancerígeno.
En México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), detalló la diputada, se usa un promedio de 13 mil millones de piezas de unicel, cuyo volumen alcanza unas 350 mil toneladas.
La iniciativa fue remitida para dictamen a las comisiones de Gobernación y Puntos Constitucionales y de Protección Ambiental y Cambio Climático.