Dijo que hoy sabemos con mayor certeza que la educación como un bien social se distribuye de manera muy desigual entre los grupos poblacionales de nuestro país, pues a lo largo del tiempo la investigación educativa y la evaluación han identificado brechas importantes en las condiciones y en los resultados educacionales.
Zorrilla Fierro consideró que en cualquier definición de estrategia de equidad e inclusión es un asunto prioritario enfatizar e incorporar la atención educativa a poblaciones vulnerables, específicamente la de niños, niñas y adolescentes hijos de jornaleros agrícolas migrantes, la de los grupos indígenas, y la de poblaciones urbano marginales, donde se presentan problemas de desarrollo humano y social.
El subsecretario de Educación Media Superior, de la Secretaría de Educación Pública, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, aseveró que para que la educación funcione como motor de movilidad y cambio social, es indispensable elevar la calidad de la oferta educativa, en especial en las escuelas donde asisten los niños, niñas y jóvenes en condición de desventaja.
Para atender los procesos que generan desigualdad social y educativa consideró necesario intensificar la movilidad educativa intergeneracional, elevar la calidad de la oferta educativa, atender la diversidad étnica, lingüística y cultural, impulsar el tránsito hacia la educación inclusiva y favorecer la igualdad entre hombres y mujeres.
En el auditorio de este Instituto, Tuirán Gutiérrez informó que los resultados de Planea 2017, y de otras pruebas con resultados semejantes, son relevantes no sólo porque advierten acerca de la necesidad de reformar la formación inicial y continua de los educadores para garantizar prácticas de aula libres de sesgo de género, sino porque tarde o temprano incidirán en las elecciones profesionales de hombres y mujeres y en la segregación de género por carrera.