Opiniones

La eterna lucha por el matrimonio igualitario.

La eterna lucha por el matrimonio igualitario.
El matrimonio igualitario es uno de los temas más controvertidos del derecho civil y de nuestra cultura conservadora. Este tema ha estado sujeto a un largo proceso de discusión donde distintos actores políticos y sociales han formado parte y han proyectado la posibilidad de un marco legal que respalde los derechos de las personas con orientaciones sexuales diversas. Este tema ha formado parte de una eterna lucha, encarnada por organizaciones sociales que militan en contra de la discriminación por orientación sexual. La prohibición de que dos personas de un mismo sexo contraigan matrimonio ha sido debatida por los juristas y los activistas de derechos humanos, usando como foro los diversos tribunales del país. El eje principal de esta discusión es la controversia entre las diversas legislaciones que contradicen los principios de autonomía y de igualdad que protegen todas las constituciones de las democracias liberales modernas.

En noviembre del 2006, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó la Ley de Sociedad de Convivencia, con lo que México se convirtió en otro país que en el mundo que legisla positivamente al respecto. Este tema está legislado en Holanda, Bélgica, Portugal, Dinamarca, Suecia, Francia, Reino Unido, Islandia, Luxemburgo, Finlandia, Alemania, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Uruguay, Brasil, Colombia, Argentina, Estados Unidos y Canadá. En el 2009, esta instancia avaló el matrimonio como la unión libre entre dos personas, y en el 2015, la Suprema Corte de Justicia de la Nación sentó jurisprudencia en el sentido de que la exclusión de parejas del mismo sexo para contraer matrimonio es inconstitucional.

Pese a este aval constitucional, sólo nueve entidades de la República reconocen en su legislación el matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo. Las parejas del mismo sexo pueden contraer matrimonio sin tramitar un juicio de amparo en la Ciudad de México, Coahuila, Nayarit, Michoacán, Morelos, Campeche, Jalisco, Quintana Roo y Chihuahua.

La determinación de la autoridad competente para celebrarlo, disolverlo y del reconocimiento de vínculos filiales han sido los temas que dominaron el debate jurídico en nuestro país. Una de las primeras conquistas logradas por el estado laico frente a la autoridad de la iglesia consistió en relegar a esta última del ejercicio exclusivo y excluyente del poder de administrar la institución matrimonial.

En estos tiempos es importante conformar una sociedad más justa, más igualitaria y con más derechos para todos y todas, no es un tema aislado. Ni la sexualidad ni el género entran dentro de los talentos y las virtudes de un ser humano y si el único fin del matrimonio fuera procrear, se tendrían que prohibir el matrimonio para determinadas parejas. Un matrimonio es la unión de dos personas que se quieren.

Para concluir, no existen uniones naturales; por el contrario, hay construcciones sociales y culturales que se encuentran refrendadas por la ley.

Dr. Arturo David Argente Villarreal.

Director de División Asociado

Escuela Nacional de Ciencias Sociales y Gobierno

Tec de Monterrey.