90 jueces asistirán al Primer Curso-Taller de Escucha a Menores. Es un derecho que tienen niños, niñas y adolescentes de ser escuchados en juicios como custodia y alimentos.
El Poder Judicial del Estado de México, en colaboración con la Suprema Corte de Justicia de la Nación, llevará a cabo el "Primer Curso-Taller de Escucha a Menores", dirigido a los 90 jueces que conocen de la materia Familiar en la entidad y cuyo objetivo es dotar a los juzgadores de más y mejores herramientas para llevar a cabo esta etapa que es fundamental en las controversias familiares.
La directora general de la Administración de Juzgados en Materia Familiar del Tribunal Superior de Justicia mexiquense, Ericka Lorena Domínguez Preisser agregó que la capacitación estará dividida en tres bloques, cada uno tendrá una duración de dos días para abarcar el total de jueces, con sesiones los días 1 y 4, 8 y 10, 15 y 17 de agosto en la Escuela Judicial del Estado de México.
Domínguez Preisser explicó que escucha de menores es un derecho que tienen niños, niñas y adolescentes de ser escuchados en los procedimientos en los que se involucran sus derechos en materia familiar, como custodias, alimentos, convivencia con sus progenitores o con su familia ampliada.
Esta etapa –apuntó la juzgadora- se lleva a cabo en la sala de audiencia, bajo ciertas características, no deben estar personas que puedan influir en la plática del menor con el juez, implica que el juzgador esté capacitado, desde el lenguaje que utilizará dependiendo de la edad del menor, hasta la forma de conducirse en la sala, la vestimenta y los colores de esta.
Indicó que las herramientas que proporcionarán los expertos en protocolo de la Suprema Corte de Justicia son importantes para poder generar empatía con los niños y hacerles menos impactante el comparecer en un juicio, ya que a veces se enfoca más a los derechos del adulto, a qué es lo que quiere, pero los niños no son escuchados, en ocasiones ni por sus propios padres.
La escucha de un menor se considera en todo momento, en la resolución, al dictar medidas provisionales, al resolver en definitiva el juicio, obviamente la valoración es integral dependiendo también, entre otros aspectos, del estudio de psicología; además no existe un catálogo de preguntas para un menor porque depende de su situación, su edad, contexto social y contexto familiar que está viviendo, concluyó.
La directora general de la Administración de Juzgados en Materia Familiar del Tribunal Superior de Justicia mexiquense, Ericka Lorena Domínguez Preisser agregó que la capacitación estará dividida en tres bloques, cada uno tendrá una duración de dos días para abarcar el total de jueces, con sesiones los días 1 y 4, 8 y 10, 15 y 17 de agosto en la Escuela Judicial del Estado de México.
Domínguez Preisser explicó que escucha de menores es un derecho que tienen niños, niñas y adolescentes de ser escuchados en los procedimientos en los que se involucran sus derechos en materia familiar, como custodias, alimentos, convivencia con sus progenitores o con su familia ampliada.
Esta etapa –apuntó la juzgadora- se lleva a cabo en la sala de audiencia, bajo ciertas características, no deben estar personas que puedan influir en la plática del menor con el juez, implica que el juzgador esté capacitado, desde el lenguaje que utilizará dependiendo de la edad del menor, hasta la forma de conducirse en la sala, la vestimenta y los colores de esta.
Indicó que las herramientas que proporcionarán los expertos en protocolo de la Suprema Corte de Justicia son importantes para poder generar empatía con los niños y hacerles menos impactante el comparecer en un juicio, ya que a veces se enfoca más a los derechos del adulto, a qué es lo que quiere, pero los niños no son escuchados, en ocasiones ni por sus propios padres.
La escucha de un menor se considera en todo momento, en la resolución, al dictar medidas provisionales, al resolver en definitiva el juicio, obviamente la valoración es integral dependiendo también, entre otros aspectos, del estudio de psicología; además no existe un catálogo de preguntas para un menor porque depende de su situación, su edad, contexto social y contexto familiar que está viviendo, concluyó.
