De acuerdo con Manpower Group, en México, 43 por ciento de los empleadores manifestó dificultades para cubrir vacantes, debido –principalmente- a la falta de talento disponible. Y solo 10 por ciento de los empleadores genera alianzas con instituciones educativas, para crear programas de formación, alineados con las necesidades de talento.
A partir de esos datos, es evidente la urgencia de avanzar en la denominada "Triple Hélice", que es la colaboración entre: universidades, gobierno y sector productivo, para establecer políticas públicas que permitan formar cuadros profesionales que respondan a las necesidades del campo laboral; para favorecer la vinculación de los jóvenes con eventuales empleadores; y crear entornos donde los jóvenes identifiquen con mayor claridad sus talentos y áreas de oportunidad.
Es necesario que los estudiantes desarrollen competencias como: liderazgo, trabajo en equipo, manejo de emociones y resolución de problemas complejos, así como facilidad de palabra, comunicación asertiva, comunicación oral y escrita, y cultura emprendedora, entre otras.
Otra alternativa sería crear la figura del orientador profesional, que se aplica en otras instituciones de educación superior del mundo, -en el que participen egresados de las propias licenciaturas o docentes con desempeño vigente en el campo laboral-, para acompañar a los jóvenes en su elección del área en la cual desean desenvolverse en el futuro.
El reto siempre será preparar para crecer.
Gracias por sus comentarios. Soy Ricardo Joya y mi twitter es @rjoyac