El FIP forma parte de los Fondos de Inversión en el Clima (CIF), los cuales son financiados por 12 países: Alemania, España, Dinamarca, Noruega, Países Bajos, Reino Unido, Suecia, Suiza, Japón, Corea del Sur, Estados Unidos y Canadá.
Este programa se rige por un plan de inversión elaborado por el gobierno mexicano en colaboración con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Estos proyectos son "Bosques y Cambio Climático", "Financiamiento de actividades bajas en carbono en paisajes forestales" y "Apoyo a micro, pequeñas y medianas empresas que operan en entornos forestales en ejidos".
Dentro de los resultados se informó que la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) ha firmado convenios de colaboración con diferentes dependencias para la coordinación interinstitucional y manejo del territorio con un enfoque integral.
Las dependencias son la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas y el Instituto Nacional de las Mujeres.
Mediante el Programa Nacional Forestal (PRONAFOR) se ha apoyado a los ejidos y comunidades con cursos y talleres de capacitación, fortalecimiento de las cadenas de valor forestales, restauración de áreas degradadas y recuperación de superficie arbórea con el programa Pago por Servicios Ambientales (PSA).
Se crearon líneas de crédito para proyectos productivos que combinen utilidades económicas para los ejidos y comunidades, a la vez que generan beneficios ambientales reduciendo las presiones sobre los bosques y fomentando las reservas de carbono.
Estas líneas incluyen elementos como asistencia técnica y fondos de garantías para facilitar el acceso al crédito para adquirir materia prima o modernizar su maquinaria y equipos.
​Se ha mejorado la atención a beneficiarios de los programas de la CONAFOR mediante el fortalecimiento de 40 promotorías y la profesionalización de la asistencia técnica para la evaluación de cada proyecto.
Por último, se han hecho pruebas en dos áreas, Cuencas Costeras de Jalisco y Península de Yucatán, de un modelo de intervención que busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por deforestación y degradación forestal.