Integrantes de la Sala Familiar de Toluca buscan resolver los casos a través de procesos restaurativos. Se restablecen las relaciones familiares y los menores tienen mejores oportunidades para su desarrollo.
Las diferencias entre las personas en un conflicto familiar –especialmente cuando hay menores involucrados- no necesariamente deben terminar con una sentencia, pues la materia familiar permite ir más allá del derecho y generar acuerdos cordiales que, sobre todo, sean motivados por las partes en conflicto, coincidieron los integrantes de la Sala Familiar Toluca del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, magistrados Patricia Martínez Esparza, María Cristina Miranda Cruz y Everardo Güitrón Guevara.
A fin de promover la restauración familiar y favorecer el correcto desarrollo de los menores, los magistrados invitan a las partes involucradas en los casos que atienden, a que resuelvan sus diferencias mediante el diálogo y logren restaurar sus relaciones sociales, en un ejercicio que se lleva a cabo recientemente en segunda instancia.
Durante 2016 y 2017, la Sala Familiar de Toluca desahogó 29 diligencias de carácter conciliatorio, de las cuales siete concluyeron mediante convenio y cinco continúan en trámite de restauración, las restantes siguieron su trámite ordinario.
La presidenta de la Sala, magistrada Martínez Esparza explicó que, haciendo uso de este mecanismo alternativo de solución de controversias, se sensibiliza a las partes, a la vez que se priorizan valores humanistas, como lo ha hecho el presidente Sergio Javier Medina Peñaloza, durante su administración.
Cuando los magistrados identifican un asunto que es proclive a resolverse de forma alternativa, invitan a las partes a una sesión de mediación, conciliación o restauración; si aceptan –siempre y cuando sea de manera voluntaria- pueden acudir al Centro Estatal de Mediación y posteriormente en audiencia de seguimiento se valora el avance y los posibles acuerdos, para establecer una nueva sentencia.
Al respecto, Miranda Cruz afirmó que en México no es común que en la segunda instancia se busque resolver asuntos de forma alternativa, por lo que la Sala Familiar de Toluca es pionera en esta forma de abordar los conflictos, con lo que se previenen probables conductas delictivas en el futuro.
El también integrante de la Sala, Güitrón Guevara enfatizó que en las sesiones de mediación, las partes no son obligadas y dependen de su voluntad para poner fin a sus diferencias que pueden acumular años y que logran resolverse en un número reducido de sesiones.
En este sentido, el magistrado señaló que esta manera de afrontar los asuntos de materia familiar en segunda instancia mejora la convivencia familiar, restaura las relaciones que se encontraban dañadas y permite crear nuevos paradigmas en la administración de justicia.
A fin de promover la restauración familiar y favorecer el correcto desarrollo de los menores, los magistrados invitan a las partes involucradas en los casos que atienden, a que resuelvan sus diferencias mediante el diálogo y logren restaurar sus relaciones sociales, en un ejercicio que se lleva a cabo recientemente en segunda instancia.
Durante 2016 y 2017, la Sala Familiar de Toluca desahogó 29 diligencias de carácter conciliatorio, de las cuales siete concluyeron mediante convenio y cinco continúan en trámite de restauración, las restantes siguieron su trámite ordinario.
La presidenta de la Sala, magistrada Martínez Esparza explicó que, haciendo uso de este mecanismo alternativo de solución de controversias, se sensibiliza a las partes, a la vez que se priorizan valores humanistas, como lo ha hecho el presidente Sergio Javier Medina Peñaloza, durante su administración.
Cuando los magistrados identifican un asunto que es proclive a resolverse de forma alternativa, invitan a las partes a una sesión de mediación, conciliación o restauración; si aceptan –siempre y cuando sea de manera voluntaria- pueden acudir al Centro Estatal de Mediación y posteriormente en audiencia de seguimiento se valora el avance y los posibles acuerdos, para establecer una nueva sentencia.
Al respecto, Miranda Cruz afirmó que en México no es común que en la segunda instancia se busque resolver asuntos de forma alternativa, por lo que la Sala Familiar de Toluca es pionera en esta forma de abordar los conflictos, con lo que se previenen probables conductas delictivas en el futuro.
El también integrante de la Sala, Güitrón Guevara enfatizó que en las sesiones de mediación, las partes no son obligadas y dependen de su voluntad para poner fin a sus diferencias que pueden acumular años y que logran resolverse en un número reducido de sesiones.
En este sentido, el magistrado señaló que esta manera de afrontar los asuntos de materia familiar en segunda instancia mejora la convivencia familiar, restaura las relaciones que se encontraban dañadas y permite crear nuevos paradigmas en la administración de justicia.
