Mujeres son más propensas a desarrollar este padecimiento que se caracteriza por presión excesiva de los dientes
El bruxismo es una condición que se presenta en niños y adultos, siendo cuatro veces más frecuente en las mujeres que en los hombres, en el caso de los niños tiende a parecer de manera espontánea, antes de los 10 años; mientras que la mayoría de los adultos lo sufren entre 20 y 45 años.
Silvia Gómez Durán estomatóloga de la Unidad de Medicina Familia No. 222 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Estado de México Poniente, explicó que tanto los dientes superiores e inferiores se fijan a los huesos, mientras que los músculos masticatorios permiten que se junten con fuerza al masticar, sin embargo cuando se contraen desarrollan presiones muy graves capaces de dañar la superficie de los dientes, incluso romperlos.
Entre los factores que intervienen para la aparición del bruxismo, está vivir con estrés, ansiedad o frustración; consumir estimulantes como cafeína, tabaco, anfetaminas o cocaína. Otras causas incluyen alteraciones en la oclusión dental (mordida), algunos trastornos del sueño y la pérdida de piezas dentales.
Las manifestaciones más frecuentes son: rechinido nocturno de los dientes, dolor en uno o ambos oídos sin tener antecedentes de problemas en el mismo, dolor crónico en la cara, dolor de cabeza por la mañanas, desgaste anormal de la dentadura, hipersensibilidad en uno o varios dientes, además de alteraciones en las encías aflojamiento de los dientes y lesiones en la parte interna de los cachetes por morderse durante la noche, indicó la especialista
Para contrarrestar este padecimiento es necesaria la modificación de estilo de vida, en especial en los adultos, llevar una vida saludable, con el menor estrés posible, hacer ejercicio y actividades recreativas de manera regular, así como evitar el tabaco, café u otros estimulantes.
Un estomatólogo es el especialista indicado para tratar cambios en la boca o en los dientes, provocados por el bruxismo, en los casos más sencillos la evolución es corta y sin anormalidades físicas. El tratamiento debe adecuarse a la edad, causa y severidad de quien lo padece.
Ante cualquiera de los síntomas ya mencionados, se debe acudir a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) para una revisión, y que la detección temprana de este problema puede prevenir complicaciones que requieran intervenciones más complejas, afirma el especialista del IMSS Estado de México Poniente.
Silvia Gómez Durán estomatóloga de la Unidad de Medicina Familia No. 222 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Estado de México Poniente, explicó que tanto los dientes superiores e inferiores se fijan a los huesos, mientras que los músculos masticatorios permiten que se junten con fuerza al masticar, sin embargo cuando se contraen desarrollan presiones muy graves capaces de dañar la superficie de los dientes, incluso romperlos.
Entre los factores que intervienen para la aparición del bruxismo, está vivir con estrés, ansiedad o frustración; consumir estimulantes como cafeína, tabaco, anfetaminas o cocaína. Otras causas incluyen alteraciones en la oclusión dental (mordida), algunos trastornos del sueño y la pérdida de piezas dentales.
Las manifestaciones más frecuentes son: rechinido nocturno de los dientes, dolor en uno o ambos oídos sin tener antecedentes de problemas en el mismo, dolor crónico en la cara, dolor de cabeza por la mañanas, desgaste anormal de la dentadura, hipersensibilidad en uno o varios dientes, además de alteraciones en las encías aflojamiento de los dientes y lesiones en la parte interna de los cachetes por morderse durante la noche, indicó la especialista
Para contrarrestar este padecimiento es necesaria la modificación de estilo de vida, en especial en los adultos, llevar una vida saludable, con el menor estrés posible, hacer ejercicio y actividades recreativas de manera regular, así como evitar el tabaco, café u otros estimulantes.
Un estomatólogo es el especialista indicado para tratar cambios en la boca o en los dientes, provocados por el bruxismo, en los casos más sencillos la evolución es corta y sin anormalidades físicas. El tratamiento debe adecuarse a la edad, causa y severidad de quien lo padece.
Ante cualquiera de los síntomas ya mencionados, se debe acudir a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) para una revisión, y que la detección temprana de este problema puede prevenir complicaciones que requieran intervenciones más complejas, afirma el especialista del IMSS Estado de México Poniente.
