Imagogenia

Imagogenia

Por: Martha Nava Argüelles

Lo prometido es deuda y aunque quisiera hablarles de las tendencias florales y los estampados para estas vacaciones de Semana Santa el tema del proceso electoral apremia. La política en nuestro estado está que arde, entre dimes y diretes, acusaciones y señalamientos uno ya no puede estar seguro de en qué candidato confiar. Sin embargo, para dar continuidad esta semana toca el turno a los siguientes candidatos:

Juan Zepeda candidato del PRD está trabajando en el mismo tenor político de siempre con su imagen, diseños simples con colores planos carentes de flujo que se podría decir no tienen concordancia unos con otros, además de no contar -al menos en su foto de perfil de Facebook- con la calidad necesaria para que se vea nítida, podría regresar a la fotografía que usó en diciembre del año pasado dónde además de ser mucho más limpia se veía mucho más natural, con la camisa arremangada al estilo Obama o como se le conoce "estilo hombre trabajador", la sonrisa sincera delatada por las arrugas en sus ojos y la corbata acorde a su partido. Su frase de campaña "Sí puede" aunque es concreta y maleable para aplicar a lo largo de un discurso no ayuda a cimentar su imagen ya que se puede prestar a la especulación negativa a lo largo de la campaña, no olvidemos que hoy en día todo se viraliza positivo y negativo. Aunque no es un excelente orador resulta que es el mejor entre sus contrincantes: habla claro pues se entiende lo que dice, el lenguaje que emplea es sencillo y aunque se ven estudiados sus ademanes es algo perfectible. Si bien su discurso es agradable y empático, pues habla desde su experiencia, no lo hace de forma original pues sus eventos públicos son por demás a la práctica de la política antigua templete por encima de la concurrencia.

Por el PT está Oscar González que lamentablemente no ha figurado mucho en esta contienda. Sus diseños con exceso de Photoshop cabe mencionar, y la misma pose de siempre, el candidato petista no ha logrado -hasta ahora- crear un mensaje contundente sobre cuáles son sus propuestas y qué haría diferente al resto. Si navegamos un poco en la red encontraremos vergonzosos videos del candidato en estado inconveniente, factor que indudablemente le resta mucho a su imagen.

Para hablar de los independientes primero las damas, Teresa Castell #laindependiente como busca identificarse en redes sociales está usando colores con demasiado tinte de negro lo cual no favorece a asociarla con elementos esperanzadores y de cambio, por el contrario la presenta por demás agresiva; el uso en conjunto del morado con el amarillo se relacionan con eventos o marcas como el Teletón por ejemplo. Sin embargo, y regresando al punto de la agresividad en sus diseños la candidata ha sido congruente con este calificativo, desgraciadamente, ya que ha buscado estar en el centro de atención con demandas, quejas y acusaciones, sumado al tono igualmente agresivo con el que se conduce para contestar en redes sociales, factor que debería de cuidar pues estas son su principal herramienta de contacto ciudadano. Su imagen y su discurso podría centrarlos en las propuestas, en la transición positiva, en qué es mujer, en qué es una persona común que entiende al ciudadano, sus necesidades y deseos, sobre todo en que no es política, nunca lo ha sido y por lo tanto no tiene las características negativas que asociamos con lo político.

Toca el turno de Isidro Pastor con sus más de 413 mil firmas de electores. Con huevos en los diseños en un fondo rosa con detalles en azul, el candidato independiente antes priista busca la asociación de símbolos de su pasado con su presente y a su vez con el lenguaje coloquial bien entendido en México, "los huevos" tanto así que la entrega de firmas la hizo en cajas de huevo. Puede ser que este no sea el mejor diseño, ya que promueve una imagen un tanto carente de seriedad y por demás compleja pues son demasiados los símbolos a interpretar desde la calva y los lentes hasta las "o's" con huevos. Si bien el candidato ha buscado deslindarse en todo discurso de su actividad como político priista denominándose como el candidato antipartido está relación pesa sobre su nombre, aunque también gracias a este pasado se ha caracterizado por su inequívoca capacidad estrategico-política. Por otro lado, y cómo detalle de imagen física, sus asesores deben de estar al pendiente de matizar su calva pues brilla mucho en pantalla, deben de cuidar el tamaño de sus trajes pues en muchas ocasiones parecen quedarle grandes y finalmente al sentarse tiende a colocar las manos debajo de la mesa a lo que se le puede dar la lectura de que está ocultando algo.

Son estas las opciones que tiene el votante y es mucho lo que se debe de analizar, desde la imagen en cuanto a perfiles y partidos hasta propuestas y promesas de campaña, porque seamos honestos que tan factible es que ganen pero también que tan factible es que cumplan.