Independientemente del apoyo que ofrece el gobierno en este sentido, es fundamental que como sociedad trabajemos para rechazar la violencia en todas sus expresiones, calmar los ánimos y aprender que a través del diálogo es como debemos solucionar nuestras diferencias, problemas y conflictos.
Como catedrático he podido percibir el fenómeno de la violencia en el noviazgo, jovencitos que repitiendo patrones de sus hogares creen que es normal gritarse, agredirse, faltarse al respeto y hasta llegar a la violencia, algo que obviamente no está bien y debemos combatir para edificar una sociedad más saludable.
Para evitar este tipo de problemas, es fundamental regresar a los valores y principios que se deben inculcar en casa pues si los padres se agreden, se dicen groserías y se golpean, están dejando un legado negativo a sus hijos quienes seguramente harán lo mismo fuera del hogar pues para ellos la violencia es algo normal aunque no lo sea y genere graves consecuencias sociales, psicológicas y humanas.
Con el gusto de siempre, José Nader. Contáctame en Twitter en @pepenader